¿Un nuevo santo? Iglesia inició el proceso de beatificación del fundador de la congregación de Misioneras de Jesús, Verbo y Víctima, quien fue obispo de Caravelí.,La madre María Laboure recuerda a monseñor Federico Kaiser con una sonrisa. Siempre lo veía alegre ante cualquier circunstancia; esa era la enseñanza que le daba a las hermanas de la congregación de las Misioneras de Jesús, Verbo y Víctima. "Con la alegría se superan todas las dificultades, como misioneros que somos", decía el monseñor a las hermanas y a la comunidad de Caravelí, en Arequipa, donde pudo realizar su misión que se extendió a varias ciudades del Perú y países de la región. PUEDES VER: Señor de los Milagros: la primera procesión será el 6 de octubre Por su vida misionera en servicio a la comunidad, y algunos actos que en el proceso se determinarán como milagros, la Iglesia católica inició el proceso de beatificación y canonización de Federico Kaiser Depel. En esta causa entrevistarán a varios testigos para que den cuenta de los actos del sacerdote de la congregación Misioneros del Sagrado Corazón. "En este trámite que venimos haciendo desde el 2014, se van a presentar los testigos que conocieron a nuestro fundador y describirán las virtudes y su personalidad, y así la Iglesia determinará si el hombre tuvo una vida heroica. Tiene que haber fama de santidad y fama de gracias (milagros). Hay dos gracias muy importantes como la curación de meningitis a un niño y una señora", comentó la madre María Inmaculata. Las religiosas de la congregación de Misioneras de Jesús, Verbo y Víctima tienen grandes recuerdos de sus obras, pues el sacerdote escribía mucho, además que era muy devoto de la Virgen María y de Francisco de Asís. "En las mañanas hacía la misa, luego nos daba la clase de Biblia y Filosofía, después el padre se retiraba a su cuarto a escribir, leía mucho, su biblioteca era muy rica. Era muy pobre económicamente, tenía lo necesario, era muy sencillo, atendía a todas las personas que lo buscaban y tenía mucha paciencia con la gente", relata la madre Ingrid. En la ceremonia de ayer la religiosa habló sobre la vida de Federico Kaiser y resaltó que después de superar una enfermedad, el 10 de agosto de 1932, cuando tenía 29 años, fue ordenado sacerdote de los Misioneros del Sagrado Corazón y siete años después fue enviado al Perú. En 1957 se convirtió en el primer prelado de Caravelí y el 7 de diciembre de 1963 fue consagrado como obispo de Berrhoea, en Alemania, cuya sede se encuentra vacante en la actualidad. Kaiser fundó la congregación de las Misioneras de Jesús, Verbo y Víctima el 22 de junio de 1961 y elaboró sus estatutos utilizando los escritos de sus años de experiencia como director espiritual de varias religiosas. El prelado falleció el 26 de septiembre de 1993, a la edad de 90 años.