Patricio Quintanilla - Director general de Ovis Consulting. La gran mayoría de los peruanos somos gente honorable, que realiza su trabajo de manera honesta y responsable, en muchos casos, en jornadas de trabajo extensas o con más de un empleo. Los corruptos son un pequeño porcentaje de la población.,Hay hechos recientes que han afectado la institucionalidad del país y que han afectado la necesaria idoneidad de los poderes del Estado; esto ha motivado que algunos colectivos, con una justificación que no comprendo, hayan promovido que no se festeje nuestras Fiestas Patrias. Es cierto que se ha producido un malestar generalizado por los hechos sucedidos, pero no es justificación para que perdamos la fe en el país. PUEDES VER: Fiestas Patrias: el wititi se hizo presente en la Parada Militar [VIDEO] Los Problemas Hemos sufrido períodos muy duros como la dictadura militar de los años setenta del siglo pasado, que cambió las estructuras del país, en un proceso de estatización del aparato productivo y control absoluto de la sociedad en general, y de la economía en particular, el cual concluyó con el país destruido y cuyas secuelas aún se sienten. También, hemos tenido una crisis económica muy severa, que afectó a todo el país, con una gran caída de las cifras del Producto Bruto Interno (PBI), tasas altísimas de desempleo, aislamiento del sistema económico mundial y embargo de las cuentas del Perú en el exterior; esta época que todos queremos olvidar concluyó con una inflación de 7200 %, una de las más altas del mundo. En el aspecto político, se ha producido un cierre del Congreso, la renuncia de dos presidentes de la República, deterioro de la calidad de algunos políticos —con denuncias de inconducta de diferentes tipos—, fraccionamiento de los grupos políticos y conflictos entre los principales actores. La corrupción es un mal endémico en el Perú y que, en muchos casos, está vinculada con las autoridades; ya lo dijo Manuel Gonzales Prada hace más de 100 años: “Nada corrompe ni malea tanto como el ejercicio de la autoridad, por momentánea y reducida que sea” (1894). Desde entonces, hemos tenido episodios de menor y mayor intensidad, pero casi siempre ha estado presente. Muchos de estos problemas ya han sido superados. Nuestra Grandeza La gran mayoría de los peruanos somos gente honorable, que realiza su trabajo, cualquiera que este sea, de manera honesta y responsable, con el fin de atender las necesidades familiares, en muchos casos, en jornadas de trabajo extensas o con más de un empleo. Los corruptos son un pequeño porcentaje de la población. El Perú es un país de emprendedores y de microempresarios, que se inician con pequeñas operaciones, pero que luego tienen un desarrollo importante pese a los “dolores de crecimiento” que suelen ser inevitables. Su participación en la generación de empleo es muy importante, a pesar de que, en muchos casos, están en la informalidad. No es lo deseable, pero es una fuente de ingresos. La juventud tiene un alto afán de superación, mejorando sus capacidades con educación técnica o universitaria, a pesar del esfuerzo que significa para las familias; es una forma de asegurar el futuro que tiene beneficios en la siguiente generación, en un círculo virtuoso. El rechazo generalizado a los actos de corrupción es una demostración de los valores de la población, que mayoritariamente condena a estos delincuentes. Conclusión No permitamos que los condenables hechos de un pequeño grupo de delincuentes generen desánimo y falta de esperanza en la mayoría de los peruanos.