Candidatos declaran en hoja de vida sus bienes, ingresos, estudios, condenas, etc. Se declara inadmisible la postulación de aspirantes políticos que no consignen datos en pagina web. ,Marco Falconí Picardo fue elegido parlamentario por Perú Posible en 2011. En ese proceso electoral era opcional reportar los ingresos de bienes y rentas. Falconí no lo hizo. El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) informó que la mayoría de postulantes no era lo suficientemente transparente, ya que el 88% omitía dar detalles de sus posesiones y sueldos. Sin embargo, hubo una enmienda. Desde los comicios presidenciales de 2016 a ahora es obligatorio. Es decir, todos los que participen en la contienda regional y municipal de octubre deberán hacerlo. PUEDES VER: Prohíben propaganda política en corso de Amistad La Hoja de Vida (HV) es un documento donde los candidatos consignan información relevante, como datos personales, laborales, académicos, patrimoniales, hasta los antecedentes partidarios y judiciales. Puede ser de gran ayuda a la ciudadanía, que casi siempre yerra cuando se trata de seleccionar a sus autoridades políticas. En la mayoría de casos es la simpatía u otro factor similar el que determina por quién marcan en la cédula. El JNE, en febrero pasado, publicó un formato único de la Hoja de Vida para los postulantes a cualquier cargo y que solo contará con 4 páginas y ya no 13. Este es un requisito obligatorio en la inscripción. Miembros del Jurado Especial Electoral (JEE) de Arequipa explicaron que en caso de no presentarse, la inscripción será declarada inadmisible. Habrá un plazo de dos días para que el candidato subsane. Caso contrario, no se admitirá al postulante. "Al elector le importa muy poco la Hoja de Vida", sentencia el historiador Jorge Bedregal. Sostiene que el sistema político actual no permite que las propuestas sean las protagonistas de la contienda. "Lo que hay es marketing. Por más hojas de vida en donde puedas encontrar procesos abiertos, hasta condenas, al elector le interesa en realidad cómo se vende el candidato", asevera. Agrega que más importa al electorado los mitines, las declaraciones altisonantes del contendiente político. Pero para el sufragante minoritario, que sí podría revisar estos documentos, Bedregal recomendó que debería evaluar la trayectoria del postulante, que debe ser intachable. En los puntos VI y VII de la hoja de vida se deben poner, en caso tengan, las sentencias por delitos dolosos de tipo penal o sentencias por incumplimiento de obligaciones alimentarias, laborales o por incurrir en violencia familiar. El historiador además resaltó que se debe analizar la profesionalidad, ya que la gestión pública exige capacitación en el tema. Pero advirtió tener cuidado con los que ya ocuparon cargos públicos, ya que detrás "tienen no un currículo, sino un prontuario". Bedregal recordó que muchos de los que fueron candidatos y hoy ocupan cargos públicos declararon tener títulos profesionales o grados falsos. Sostuvo que es lamentable que sigan en el cargo pese a mentir en su hoja de vida. Si el JEE detecta omisiones o mentiras, puede excluir a los contendientes de las elecciones de octubre. Para el politólogo y docente de la Universidad Católica de Santa María , Anthony Medina, los datos de las hojas de vida no solo pueden ayudar antes de la elección, sino también después. "Si el candidato trabajó para una empresa e impulsa los intereses de esa misma y no de los ciudadanos, entonces hay conflicto de intereses. La hoja de vida también sirve para eso", indicó. Recomendó que es importante que el participante tenga experiencia en el sector público y privado. "Que no sea un improvisado", puntualizó. Añadió que el elector no solo se debe fiar de que sea un buen profesional, porque también estos pueden cometer delitos de corrupción.