Investigación policial. El trabajo silencioso de los peritos forenses permite a la Policía desentrañar asesinatos, asaltos y otros delitos. Ahora emplean técnicas y equipos modernos que les ayuda a identificar personas y armas en poco tiempo. ,La noche del viernes 7 de abril, peritos de Criminalística ingresaron al departamento del universitario Wilfredo Zamora para realizar pruebas de luminol. Tenían la esperanza de hallar rastros de sangre del periodista José Yactayo. Usando líquidos, reactivos y una aguda mirada encontraron lo que buscaban. Fue la prueba que determinó la culpabilidad de Zamora. Ese trabajo demostró que la ciencia y el conocimiento unidos son una herramienta eficaz contra el crimen. PUEDES VER Los Babys de Oquendo: Dictan orden de captura contra un coronel y dos comandantes PNP Los hombres calificados para esta labor aparecen siempre que hay un crimen. Cargan maletines, visten mandiles blancos, se mueven en silencio. Eso les permite ver lo que otros no: huellas, casquillos, manchas, pólvora o alguna otra evidencia que permita hallar a un criminal. En el caso Yactayo se necesitó de la ciencia forense. El general PNP Arturo Prado Blas, director de Criminalística, recuerda que cuando hallaron el cuerpo calcinado del periodista, lo primero que hicieron fue tomar sus huellas dactilares. "Tuvimos que realizar un proceso de diafanización; nos remitieron las muestras, se tomó una impresión y se ingresó al sistema AFIS, donde logramos identificar a la víctima. Luego se corroboró con el Reniec", relata. ¿Qué es el sistema AFIS? Es un sistema que permite conocer, en segundos, la identidad de una persona a través de sus huellas digitales. "También si registra antecedentes. Es una herramienta tecnológica que ayuda mucho a la hora de estudiar cadáveres NN", explica. "Una huella digital levantada en la escena de un crimen es remitida al área de identificación; ahí se ingresan en la base de datos, si hay un hit (coincidencia), podemos determinar la identificación de la muestra levantada", detalla el jefe de Criminalística. Pero también está el ADN. Desde hace algunos años, la Policía realiza pruebas de homologación a partir perfiles genéticos que extraen de las víctimas y los comparan con sus presuntos familiares para saber si son compatibles. Municiones y armas Pero en la escena de un crimen puede haber más que sangre. Eso lo saben estos hombres de blanco, y por eso recogen casquillos de bala, toman fotos, impresiones, realizan medidas y levantan elementos que nadie más que ellos ven. Así descubren, por ejemplo, el tipo de arma y de munición empleados en un crimen. Luego someten estos elementos al Sistema de Identificación Balístico (IBIS), el cual almacena y compara las marcas que dejan los proyectiles. "El sistema correlaciona las muestras con hechos criminales, ya que las armas suelen ser usadas en otros crímenes. Son como la huella digital de un arma y sirven para homologar las evidencias", señala el comandante PNP Luis Loayza, jefe de la sección de identificación balística, quien recuerda que las armas del caso Oropeza fueron usadas en otros delitos.