Sarcopenia: la enfermedad silenciosa que afecta a mayores de 40 años en Lima
La sarcopenia, o cualquier otro trastorno caracterizado por la disminución de la masa y la fuerza muscular, afecta la salud principalmente a la población mayor.

Esta enfermedad no solo impacta la movilidad de las personas que la padecen, sino que compromete significativamente su calidad de vida. En Lima, se estima que cerca del 20% de los adultos mayores de 40 años presentan sarcopenia, especialmente en zonas urbanas de bajo nivel socioeconómico, según un artículo publicado en "PLOS One".
Entre los síntomas más frecuentes de la sarcopenia se encuentran el cansancio extremo, la pérdida de equilibrio y las dificultades para realizar actividades cotidianas, como caminar o mantenerse de pie.
La disminución de la masa muscular aumenta el riesgo de caídas y fracturas, lo que pone en peligro la capacidad de las personas para vivir de manera independiente. Según Fernando Runzer, coautor del estudio, esto puede afectar gravemente la capacidad de una persona para satisfacer sus propias necesidades.
La evaluación realizada en Lima abarcó a 3,551 personas mayores de 40 años, con el objetivo de detectar casos de sarcopenia y obesidad sarcopénica, esta última una variante en la que la pérdida de masa muscular se acompaña de un aumento en la grasa corporal. Runzer, médico geriatra de la Universidad Científica del Sur, explica que, aunque la sarcopenia es más frecuente en personas delgadas, también puede encontrarse en personas obesas que han reemplazado músculo por tejido graso.
¿Cuál es el diagnostico para prevenir la Sarcopenia?
Uno de los mayores desafíos para el diagnóstico de la sarcopenia es la falta de consenso en la comunidad médica sobre los métodos exactos para identificarla. En este estudio se utilizaron equipos de última generación para medir la masa muscular y se tomaron en cuenta tres criterios fundamentales: déficit de masa muscular, fuerza y rendimiento físico. Runzer sostiene que los criterios diagnósticos deben adaptarse a las características anatómicas y genéticas de cada población.
El diagnóstico de la sarcopenia también está influido por las diferencias físicas entre las poblaciones. En países como Estados Unidos, los criterios pueden variar según factores raciales, mientras que en Latinoamérica se deben considerar otras particularidades, como las diferencias de estatura. Runzer destaca la importancia de ajustar los criterios diagnósticos a cada población, ya que las características raciales pueden afectar las mediciones actuales, que se basan mayormente en fórmulas estándar.
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Los factores de riesgo para desarrollar sarcopenia se dividen en cuatro grandes grupos: enfermedades cardiovasculares, metabólicas, osteomusculares y problemas de salud mental. Runzer subraya que estos factores son comunes en personas con sarcopenia y destaca que las enfermedades osteomusculares, en particular, pueden limitar la movilidad debido al dolor.
La prevención de la sarcopenia está estrechamente vinculada a la adopción de un estilo de vida saludable, que incluye evitar el consumo de alcohol y tabaco, y promover la actividad física regular. Runzer también enfatiza la importancia de las revisiones médicas periódicas, especialmente en personas con comorbilidades como hipertensión, diabetes u osteoporosis.
En algunos casos, también se pueden considerar suplementos alimenticios. Mantener un seguimiento médico adecuado y ajustar las intervenciones a las necesidades de cada paciente puede mitigar considerablemente los efectos de la sarcopenia, mejorando la calidad de vida de los adultos mayores en Lima y aliviando así la carga sobre los sistemas de salud pública.















