Grupo Colina torturó a víctimas de Pativilca antes de asesinarlos
Exequias. Fueron exhumados para completar las necropsias. Los despidieron con un acto litúrgico antes de devolverlos a sus tumbas. Sus familiares esperan justicia después de 32 años.
Con una misa de cuerpo presente, los restos de Jhon Calderón Ríos (18), Toribio Ortiz Aponte (25), Felandro Castillo Manrique (38), Pedro Agüero Rivera (35), Ernesto Arias Velásquez (27) y César Rodríguez Esquivel (29), secuestrados el 29 de enero de 1992 y luego asesinados por el grupo Colina, fueron devueltos a sus sepulturas en el cementerio del Centro Poblado Pampa San José, en el distrito de Pativilca, provincia de Barranca.
El sepelio de las seis víctimas se prolongó por casi tres horas porque el acto se realizó uno por uno y no todas las fosas estaban listas. El último en ser sepultado fue Felandro Castillo Manrique.
Ahí estaba Hipólito Ortiz Aponte, hermano de Toribio Ortiz Aponte. Recordó que tenía 16 años cuando asesinaron a Toribio y el crimen fue un golpe muy duro para su familia.
“En ese tiempo él vivía con mis tíos en Pampa San José. Era muy bueno, tranquilo, un agricultor que trabajaba con la idea de sobresalir. Toribio había emigrado a Pativilca desde el distrito de Chingas, provincia de Llamellín, en Áncash, y fue acogido por mis tíos en su casa. Cuando lo asesinaron, ninguno de los hermanos estuvimos en Pampa San José, estábamos en Llamellín. Cuando nos enteramos de su muerte fue como un baldazo de agua fría, un agravio tremendo para nosotros hasta hoy día. Solo pedimos justicia”, declaró Hipólito Ortiz.
Agregó que por las pericias y las investigaciones se sabe quiénes son los culpables, de ahí que los familiares tienen la esperanza de alcanzar justicia después de 32 años del asesinato de los seis campesinos.
Sola. Asunta Rivera, junto a la tumba de su hijo Pedro Agüero Rivera.
Torturados
A solicitud de la fiscalía, se procedió a la exhumación de los cuerpos para completar las necropsias que se hicieron en 1992 sin cumplir con los protocolos adecuados. Los resultados de los análisis efectuados por el Equipo Forense Especializado (EFE) han sido incorporados al proceso judicial que está por concluir.
El abogado Christian Huaylinos, de Aprodeh, refirió que no se aplicó análisis sobre balística, tampoco sobre el tipo de las lesiones infligidas, y que la exhumación se hizo también para determinar signos de tortura.
“Los resultados fueron expuestos en el juicio oral. Se ha revelado que algunos de los restos tenían signos de tortura e incluso en dos cuerpos se encontró proyectiles. Eso dio mayores elementos para confirmar la teoría de que no solo fueron asesinados con armas de fuego sino que previamente los torturaron”, refirió.
El proceso judicial contra miembros del grupo Colina está en etapa de alegatos de cierre. Ya expuso la fiscalía. En este momento lo está haciendo la abogada Gloria Cano por parte de las víctimas. Luego expresará sus alegatos la defensa de los inculpados. La sentencia podría darse a fines de octubre.
Christian Huaylinos indicó que en el caso Pativilca, Alberto Fujimori se libró de una condena por fallecimiento, pero la justicia ha probado que él lideró un aparato organizado de poder que creó el destacamento Colina y aprobó las acciones de desaparición forzada y ejecución extrajudicial, como ocurrió en los casos Cantuta y Pativilca, acumulados en este juicio.