Las ONG señalan que calificativos de “chismosas” y “mentirosas”, además de ser una falta de respeto hacia las mujeres, son una forma de violencia de género y acoso político., Las desafortunadas declaraciones del congresista Humberto Morales, del Frente Amplio, podrían traducirse en sanciones si es que la comisión de Ética del Congreso acoge la denuncia presentada, en conjunto, por las ONG Calandria, Manuela Ramos y Flora Tristán en contra del parlamentario. En un documento donde argumentan su denuncia, las organizaciones sin fines de lucro explican que Morales “quebrantó” el reglamento del Congreso en cuanto a su obligación de mantener una “conducta personal ejemplar, de respeto mutuo y tolerancia”. PUEDES VER Mesa de Mujeres Parlamentarias rechazó “ofensas” de Humberto Morales “Rechazamos y demandamos una sanción por parte de la comisión de Ética por haber incumplido con su obligación de mantener una conducta ejemplar, de respeto y de compromiso con el Estado de derecho democrático”, señalan las ONG. Para las representantes de estas organizaciones, las expresiones de Morales Ramírez no solo demuestran una falta de respeto a los derechos de las mujeres sino también una forma de violencia de género. “En un contexto nacional de altos índices de violencia hacia la mujer, con este tipo de expresiones se refuerzan los estereotipos y valoraciones que inferiorizan y estigmatizan a las mujeres, justificando y naturalizando la violencia”, se detalla. La denuncia explica que, además de haber agraviado la dignidad de la congresista Marisa Glave, las declaraciones de Morales configuran una expresión de “acoso político”, modalidad de violencia reconocida en la ley. Bajo este argumento, las ONG solicitan al presidente de dicha comisión, Juan Carlos Gonzales Ardiles, evaluar la denuncia y adoptar la sanción que corresponda contra el parlamentario, según lo previsto en el reglamento del Congreso. Como se recuerda, el mencionado congresista brindó estas deplorables declaraciones cuando cuestionó duramente a su colega Marisa Glave por poner en entredicho la legalidad del reglamento del Frente Amplio y por calificar de “prepotente y autoritaria” la decisión de expulsar a Richard Arce. “Puede decir lo que quiera. A mí me enseñó una cosa mi madre: las mujeres después de ser chismosas, son mentirosas. (Eso es machista, ¿no?) Sí, puede ser, pero no me refiero precisamente a la manera como viene hablando las cosas, pues (sic). Con respeto de todas las mujeres, todas son mis hermanas”, había declarado.