Señalan que el 20 de diciembre pasado el Programa Nacional de Saneamiento Rural debió entregar un cronograma de actividades y no lo ha hecho. La empresa MMG tampoco les ha respondido a la solicitud respecto a la aprobación del derecho de servidumbre de uso de tierras comunales.,El descontento volvió al distrito apurimeño de Challhuahuacho, jurisdicción aledaña al proyecto cuprífero Las Bambas. En asamblea multisectorial, las autoridades ediles y comunales así como dirigentes de organizaciones sociales acordaron exigir el inicio de las obras a que el ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento se comprometió en acta del 13 de diciembre del año pasado. Ese día también se concertó en que el Programa Nacional de Saneamiento Rural enviaría dentro de siete días, el 20 de diciembre, el cronograma de actividades. Nada de esto ha sucedido, según se precisa en un comunicado firmado por el alcalde de Challhuahuacho, Antolín Chipani Lima. PUEDES VER: El gobierno avalará hoy sus compromisos con Challhuahuacho Asimismo, señalan que la empresa minera MMG tampoco ha respondido la solicitud que le enviaron el 16 de noviembre del 2016 en la que le piden aprobar el uso del derecho de servidumbre sobre un área de 522 metros cuadrados de la comunidad que requiere la empresa para acceder a la planta de tratamiento de aguas residuales. La situación se agudizó hace dos días cuando funcionarios del sector Vivienda llegaron al distrito “a repetir otra vez los conocidos ofrecimientos y mecidas de los gobiernos pasados, pese al compromiso de cambio”. Es así que tomaron la decisión de dar un plazo de diez días al gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski y a MMG para que honren sus compromisos, “de otra forma se retomará la huelga indefinida”. En el documento también hacen referencia al incumplimiento sistemático de ofrecimientos por parte del Estado peruano desde el año 2004, año en que el gobierno de Alejandro Toledo concesionó el yacimiento Las Bambas. La instalación de servicios básicos de agua, desagüe y construcción de infraestructura educativa y salud no se honraron. Cinco comuneros muertos fue el resultado de los reclamos de la población. En tanto, en Challhuahuacho continúan bebiendo agua contaminada de ríos y manantiales, siete de cada diez niños padecen anemia y desnutrición crónica. Cada vez más familias caen en la precariedad. Además, indica el alcalde Chipani Lima, la municipalidad tiene que pagar de su exiguo Foncomun los salarios del personal de Salud y de los profesores.