En el segundo debate presidencial, y a una semana de la elección del domingo 5 de junio, el candidato de Peruanos Por el Kambio hizo una convocatoria a las fuerzas políticas a contener el retorno de la "dictadura y la corrupción". La líder de Fuerza Popular evitó responder sobre Joaquín Ramírez y defendió a José Chlimper. Hubo propuestas pero también un intenso duelo verbal. , Con el conocimiento de que su rival, Keiko Fujimori, había roto el empate estadístico, el candidato presidencial Pedro Pablo Kuczynski salió al debate de ayer dispuesto a recuperar el terreno. PUEDES VER: Keiko Fujimori quedó mal en Twitter tras justificar sus 500 días de faltas al Congreso | VIDEO Aunque no se sabrá si habrá alguna influencia sobre la elección del próximo domingo, lo que se puede decir es que el líder de Peruanos Por el Kambio cerró una mejor jornada que la del pasado fin de semana en Piura. Y dejó una frase que –parece– se convertirá en frase de batalla en la marcha de mañana martes convocada contra la postulación fujimorista. "Nos has cambiado nada, pelona", le espetó Kuczynski a la líder de Fuerza Popular durante su mensaje de cierre. Fue en respuesta al "cómo has cambiado, pelona" que Fujimori le lanzó hace una semana, al recordarle su respaldo en la segunda vuelta del 2011 contra Ollanta Humala. Y, además, Kuczynski dejó un mensaje final: llamó a las fuerzas democráticas a votar por él para cerrarle el paso a una opción que consideró "autoritaria" y un "peligro para la democracia". La pelea tiene que ser, añadió el candidato, "mesa a mesa" y "voto a voto". El inicio El debate presidencial –moderado por los periodistas Mávila Huertas y Federico Salazar– empezó a las siete de la noche en el auditorio central de la Universidad de Lima. Arrancó Kuczynski, y sabiendo que estaba en la obligación de salir más agresivo para poder acortar la brecha que lo separa de Fujimori, atacó a su contendiente en su flanco débil: el escándalo en el que se encuentra envuelto José Chlimper, candidato a la vicepresidencia de FP, por filtrar a un programa de televisión información adulterada para intentar desacreditar el testimonio del ex colaborador de la DEA Jesús Vásquez. Aparte, Kuczynski dijo que un eventual gobierno suyo privilegiará el diálogo. "Lo que queremos es democracia, mientras que mi contrincante es una amenaza letal contra ella", señaló. Entonces, Fujimori respondió que Kuczynski era un representante de las "grandes empresas" que apuesta por el "chorreo" cuando lo que el Perú necesita es, en cambio, "un crecimiento compartido". Luego de este inicio, se sucedieron cinco ejes temáticos (economía, desarrollo sostenible, educación, transparencia y lucha contra la corrupción y seguridad ciudadana). En ellos, ambos candidatos resumieron, de manera apretada, sus principales propuestas (ver resumen en las páginas 4 y 5). Pero esos ejes también sirvieron para que ambos contendientes se trenzaran en varios duelos verbales. Por ejemplo, Kuczynski insistió con el caso de Joaquín Ramírez, investigado por lavado de activos. Fujimori optó por no responder. Luego, Kuczynski aseguró que once congresistas de FP se encuentran investigados por lavado de activos. Esta versión fue negada por Fujimori. En el turno de la candidata de FP, cuestionó a su rival por querer reducir el IGV y por, supuestamente, querer eliminar derechos laborales, como la CTS. El candidato de PPK respondió algo que ya había dicho antes: que su plan de gobierno lo que contempla, en realidad, es un seguro de desempleo y que la CTS se mantendrá vigente. Kuczynski planteó a su contrincante electoral una pregunta clara: ¿por qué pactó con mineros ilegales y bajo qué criterios impulsaría un diálogo con un "Sendero Verde" (nombre acuñado por el economista Hernando de Soto) Fujimori optó por saltarse la respuesta. Dame que te doy En el segmento dedicado a la transparencia y lucha contra la corrupción, ambos mantuvieron un ágil intercambio. Fujimori prometió que en su posible gestión nadie será blindado y que no habrá ninguna tolerancia, "caiga quien caiga". Como s esperaba, Kuczynski contratacó y le preguntó si impulsaría la extradición de sus tíos, evadidos de la justicia por el caso de la ropa donada. La respuesta de Fujimori fue que ella no se interpondría en ningún proceso. Fujimori insistió en las denuncias contra el candidato vicepresidencial de PPK, Martín Vizcarra. Kuczynski, una vez más, volvió a defender a su colaborador y aseguró que todo ya se había cerrado en lo judicial. Fujimori afirmó que Kuczynski se fue del Perú a trabajar en la época del terrorismo. Este (quien tuvo un fuerte entrenamiento antes del debate con algunos periodistas y con políticos de su propio partido, entre ellos Juan Sheput) respondió con un argumento que muchas personas habían mencionado en los días previos: que siendo congresista, la líder fujimorista pasó 500 días fuera del Legislativo. Fujimori justificó estas ausencias por sus licencias de maternidad. Sin embargo, Kuczynski hizo notar que dos licencias de ese tipo suman 180 días y no 500. Acaso el golpe más duro que propinó Fujimori fue el decreto firmado por Kuczynski para permitir las operaciones de Aerocontinente. El candidato negó que se tratara de favorecer a la empresa de Fernando Zevallos. Dijo que fue para no paralizar los viajes de las personas mientras la empresa salía de circulación.