De cómo ronderos, profesores, alcaldes, sacerdotes, provincias rivales, una ONG y un partido comunista se unieron contra una minera y el Gobierno peruano. Una crónica en profundidad desde las calles, oficinas y ollas comunes de Cajamarca.Protagonistas,Quién manda a quién en el “Conga No Va”,Quién manda a quién en el “Conga No Va”, Marco Sifuentes. INFOS/ —Es un traidor, un traidor, traidor— alcanzó a mascullar Wilfredo Saavedra antes de colocarse delante de las cámaras y cambiar de discurso. Le acababan de alcanzar la ahora célebre carta que Gregorio Santos y cinco alcaldes le enviaron al Presidente Humala. Saavedra no tuvo tiempo de leerla antes de sentarse al lado de otros dirigentes cajamarquinos en la conferencia de prensa convocada precisamente para explicarla. Los otros dirigentes lanzaban arengas y aclaraban que no estaban ofreciendo negociar nada, sino que simplemente querían que Humala los reciba y los escuche, “así como había recibido a los poderosos en Palacio”. Mientras, un notoriamente furibundo Saavedra leía y releía la carta. Cuando finalmente le tocó su turno, Wilfredo Saavedra dijo: —Acá no se está pidiendo un diálogo, se está solicitando una audiencia al Presidente Humala. Es diferente. Se había alineado. No del todo, nunca del todo, pero, al final, Saavedra no se enfrentó al presidente regional de Cajamarca. ¿Cómo fue posible contener al radical ex emerretista? ¿Quiénes son los verdaderos aliados de “Goyo” Santos? ¿Qué poder tiene Tierra y Libertad y su líder Marco Arana? Después de 25 días de paro en Cajamarca, ¿quién manda a quién en el Conga No Va? WILFREDO SAAVEDRA: “YO SOY CAJAMARCA” El viernes pasado, todos ya estaban agotados. Tras dos semanas de paro, el único contacto con el gobierno central había sido a través de las varas y las botas de los policías. Los dirigentes reconocían haber calculado mal al proponer un paro indefinido. Del otro lado sólo tenían un mutis total; ningún gesto ni señal, nada que les diera alguna excusa para terminar con la cada vez más insostenible medida de fuerza. Se reunieron en la sede del Gobierno Regional. Allí, dirigentes de Patria Roja, que es la que lleva la carga de la organización de las movilizaciones por la ciudad, principalmente a través del Sutep, plantearon “un repliegue estratégico”. Consideraban que el paro se estaba desgastando. La gente de Saavedra se levantó en el acto. “Quieren quebrar el paro”, dijeron. —Lo que ustedes quieren es —y mentaron la peor palabra para los antiConga— diálogo. El paro continuó. En esto consiste el poder de Wilfredo Saavedra. No en su capacidad de movilización, que es modesta. Es el líder del Frente de Defensa Ambiental de la provincia (no del departamento) de Cajamarca, lo que significa que maneja, principalmente, algunos gremios de transportistas y de comerciantes de los mercados de la ciudad, además de las rondas urbanas. Pero su poder no es éste. Saavedra es una figura por algo más básico: es el único líder tan radical como el común de los manifestantes. —Ya no vamos a soportar más medidas pacíficas —dice Saavedra—. Después de 20 días sin reacción del gobierno, la gente se está dando cuenta que hay que endurecer la protesta. Quizás el problema más grave en este paro, y el que podría ocasionar un “Congazo”, es decir, violencia con muertes, es que el discurso de Saavedra sintoniza a la perfección con las iras de la población rural contra Yanacocha. A diferencia de Santos, por ejemplo, Saavedra no está únicamente contra Minas Conga. Lo que él quiere, y lo dice explícitamente a quien quiera escucharlo, es que se vaya toda la actividad minera de Cajamarca. Por eso Saavedra está buscando construir otro trío, un proyecto nacional junto a otros dos personajes que sí son tan extremistas como él: el líder aymara Walter Aduviri y el dirigente indígena Alberto Pizango. Su ejemplo para seguir es Evo Morales. Wilfredo Saavedra parece estar más que seguro de su poder, sea el que fuere. Hace poco, increpó así al vocero oficial de la protesta, Idelso Hernández, militante de Patria Roja: —Yo soy Cajamarca. ¿Tú, a quién representas? CUL: LA OTRA TRINIDAD Idelso Hernández es el presidente del Frente de Defensa de los Intereses de la Región Cajamarca (Fredirc). Este frente, a su vez, es parte del Comando Unitario de Lucha (CUL), que Hernández también preside. Bajo el paraguas del CUL están todas las agrupaciones, de cualquier tipo, que se oponen a Conga. —Conga es la venganza del pueblo contra Yanacocha —dice el dirigente tomando una Coca-Cola—. Es conseguir hacerle daño alguna vez. Hernández ha sido representante de la Vicaría de Jaén y promotor de los derechos humanos de la Defensoría del Pueblo. Ahora, Hernández es el vocero oficial de la protesta. Pero, por encima de todas las cosas, Fernández es un rondero. En las 13 provincias de Cajamarca, la ronda campesina es el tejido social de las comunidades. Desde los años de la lucha contra Sendero, una ronda tiene mucha más autoridad moral que un alcalde o un juez, a quienes son capaces de amarrar a un poste si no se portan bien. O si no acatan el paro. Que un rondero sea el líder formal de la protesta no es casualidad. La protesta en la ciudad de Cajamarca está organizada, precisamente, bajo una lógica de rondas. Desde hace 25 días, casi dos mil personas de Hualgayoc (Bambamarca) y Celendín, las dos provincias más afectadas por Minas Conga, pasan la noche en los salones de catequesis de la iglesia San Francisco, en la Plaza de Armas de la ciudad de Cajamarca. Pero no son siempre las mismas dos mil personas. Cada tres o cuatro días, dependiendo del acuerdo de cada comunidad, se renuevan los grupos. Así siempre están frescos para marchar. Es decir, hacen rondas. —Esto es parte de un proceso de lucha que viene de años, de antes de botar a Sendero, y que no ha terminado —dice Hernández. Tampoco es casualidad que Idelso sea de Patria Roja. Es muy cercano a “Goyo”, a quien conoce desde 1998, cuando ambos eran ronderos. Así, Patria Roja, que controla el Fredirc, está en la conducción del movimiento y en los dos lados del mostrador: en las bases y en el gobierno regional. Por cierto, los maestros del Sutep —poco a poco y discretamente para no parecer que están retrocediendo— regresaron a dar clases esta semana en la mayoría de colegios nacionales. De esta manera, el grueso de la movilización está recayendo ahora en la gente de Bambamarca, liderados por el segundo dirigente del CUL: Eddy Benavides, otro rondero. Ellos arman su olla común en la plazuela Bolognesi, a unas cinco cuadras de la Plaza de Armas. Las ollas que han pateado los policías ya un par de veces son de ellos. Tienen fama de recios y anunciaban para anteayer la llegada de 10 mil más, aunque según cálculos realistas estos no pasaban de 3 mil. El tercer dirigente del CUL se llama Milton Sánchez y no es rondero. Es más bien un ex burócrata apasionado del ambientalismo. Milton es el presidente de la Plataforma Interinstitucional Celendina (PIC) y autor del blog Celendín Libre. Hasta el año pasado, Celendín y Bambamarca eran provincias rivales debido a un problema limítrofe. —Eso se acabó. Yanacocha nos unió— dice Sánchez. Sánchez, el dirigente más joven de la protesta, es lo más cercano que existe a un brazo ejecutor de Marco Arana. ARANA, EL TÉCNICO CON NEUMONÍA Aunque resulte difícil de creer, el partido que Arana lidera, Tierra y Libertad, casi no tiene presencia en Cajamarca. El ex sacerdote es una figura emblemática, de gran legitimidad en el entorno rural, pero con escasa capacidad de movilización (salvo, en cierta medida, a la PIC de Milton Sánchez, que ni siquiera es militante de TyL). A cambio, Arana aporta en dos temas concretos: Primero, argumentos técnicos a través de su ONG Grufides, que elaboró el famoso “peritaje paralelo”. De hecho, Saavedra siempre se refiere a Arana, no sin cierto tono de desprecio, como “El Técnico”. Segundo, contactos extranjeros. Un ejemplo: hace un par de semanas, la eurodiputada Catherine Grèze, del Partido Verde francés, encaró al presidente Humala en pleno Parlamento Europeo. Lo acusó de no cumplir sus promesas y reprimir violentamente la protesta. —Señor Humala, quisiera hacerle llegar mi solidaridad con estos movimientos (sociales) y estos actores, como los de Tierra y Libertad—dijo Grèze. Pues bien, Grèze es muy cercana al núcleo parisino de Tierra y Libertad, con el que se relacionó a través de la esposa de un dirigente. Más allá de esto, la participación de Arana en el paro se ha reducido a tuitear, literalmente, como un enfermo. En las semanas previas al paro, el ex sacerdote peregrinó por las 13 provincias llevando la palabra del antiConga. Allí pescó una neumonía que lo ha tenido fuera de combate en estos días cruciales para su causa. Frustrado, medicado y sin saber muy bien lo que pasa en la calle, Arana se dedica a lanzar arengas en Twitter. En una de ellas, particularmente desafortunada, llamó “mermeleros” a periodistas de RPP en los precisos momentos en que unos comuneros los estaban atacando. —Marco se transforma en el Twitter —lo disculpa un partidario—. Así no es él. GOYO, EL GANADOR Ante tantos días de paro, la gente rompe la rutina organizando manifestaciones propias de un ámbito simbólico. El presidente regional Gregorio Santos realiza permanentemente un monitoreo virtual similar al de Arana. Vía Internet, se entera de lo que pasa en la calle y, literalmente sobre la marcha, apoya todo, lo que sea, desde Twitter, y sigue en lo suyo. Lo suyo es ir al Congreso en Lima, entregar mil títulos de propiedad en el caserío de Asunción, autorizar reforestación en el distrito de la Encañada, inspeccionar la zona arqueológica de Balconcillo, convocar a los alcaldes en la sede del Gobierno Regional para redactar la carta a Humala, enseñar la carta, también en su oficina, a los tres del CUL (pero no a Saavedra ni a Arana, que al final se enteraron de ella por Internet), y reunirse con sus asesores de Patria Roja, que son casi los únicos con los que conversa en estos días. El año pasado, durante la campaña, el presidente regional recibió en su despacho al entonces candidato Humala y su esposa. El entorno de Santos estaba preocupado por las posibles consecuencias legales de este apoyo. Sus adversarios querían denunciarlo ante el JNE. —Tranquilo. Si ganamos, para nuestro Goyo, todo —le dijo Nadine al hermano de Santos, Leider. Incluso sus enemigos le reconocen un olfato político único. Hasta el año pasado, Santos tenía un trato excelente con Yanacocha. Apenas vio que eso lo hacía impopular, se trepó a la protesta contra Conga hasta que terminó liderándola. Ahora ha llevado al extremo su posición. Sobre Conga no se negocia. En eso coinciden Arana, Saavedra, el CUL, todos. Pero sobre todo Goyo. Mientras él esté en el poder, Conga no va, insiste. Aunque sabe que su posición de diálogo cero podría llevarlo a la derrota, también es verdad que esta prolongada lucha ha levantado su figura a niveles insospechables. Es el primer presidente regional en aparecer en una encuesta de intención de voto nacional para el 2016 y es el primer rondero en ser imitado por Carlos Álvarez. Todos esos, para sus asesores, son triunfos: —Si perdemos, ganamos. Y si ganamos, ganamos. EL VERDADERO PROTAGONISTA ¿Hacia dónde va Cajamarca? El viernes pasado, Patria Roja casi detiene el paro, pero Saavedra lo impidió. Luego Santos envió la carta a Humala, pero el presidente, en su mensaje de ayer, no dijo si acepta la audiencia propuesta. Yanacocha ha dicho que acepta las condiciones del peritaje, pero lo que eso verdaderamente implica no será suficiente para los manifestantes (ver recuadro). Así las cosas, en los días que siguen y conforme se agrave el conflicto, como es previsible, el verdadero protagonista serán las calles de Cajamarca. Si uno se aparta del centro de la ciudad, no nota el paro. Pero los cajamarquinos sí lo sienten en el día a día: casi tres semanas de clases perdidas, disminución constante del turismo, desabastecimiento de productos emblemáticos como el queso cajamarquino…y policías. Policías por todos lados. La Cámara de Comercio y Producción de Cajamarca ha informado que se pierden 3 millones de soles diarios por culpa del paro. —Esa es otra mentira. ¿De dónde salen esos números? ¿Acaso cuándo no hay paro tú ves esos 3 millones? No se ve, no se ve —dice uno de los universitarios que todos los días, al mediodía, marcha contra Conga. Esa es la raíz del problema. No es es un súbito fervor ecologista lo que moviliza a la gente. Es la sensación de injusticia. —Cuando vas a pedir trabajo a Yanacocha te tiran la puerta. Se ríen, te maltratan —dice una comunera de Celendín, mientras toma una sopita de habas de la olla común—. A mi hijo lo recibieron, lo hicieron esperar casi todo el día y al final ni siquiera le aceptaron su currículo. Es como si la propaganda acerca de todos los beneficios que trae la minería jugara en contra. —Todos quieren que la mina les dé trabajo —dice un periodista local. Pero la minería sólo emplea, directamente, al 1,5% de la PEA según el último censo. Aunque de acuerdo con la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, el empleo indirecto generado por la minería es un tercio de la PEA. El problema es que esta actividad se concentra en la capital, que alberga al 64% de sus trabajadores. Por eso la animadversión a Yanacocha es, de lejos, más rural que urbana. El problema es que el área de impacto de Yanacocha también es más rural que urbano. En las marchas, son los comuneros los más involucrados con la protesta. —Compañeros: la gente de Lima va a traer científicos y expertos a querer engañar. A esos les han pagado —dice uno de los ronderos a un grupo reunido el atrio de la iglesia San Francisco—. Ustedes solo créanles a sus dirigentes. El INEI informó hace un mes que Cajamarca es el segundo departamento más pobre del Perú. Más de la mitad de su población, con la justas, puede comprar la canasta básica de alimentos. En 10 de las 13 provincias, el 80% no tiene servicio de desagüe. Y en la mitad del departamento, más del 70% no cuenta con alumbrado eléctrico. Por eso es que, luego de tanto tiempo de marchas y paralizaciones, muchos alcaldes querían dejar la protesta porque su gente les exigía obras. Pero “Goyo” Santos, como siempre, está un paso más adelante: —Yo les voy a poner cuatro técnicos tigres para que no los agarren por ahí. Ustedes dejen que los ayuden a ejecutar. Que la prensa no los intimide, ¿no se dan cuenta que estamos ganando? EL SÍ DE YANACOCHA NO ES EL SÍ A LAS LAGUNAS En los sectores mejor informados de la industria se comenta que se equivocan quienes asumen que el Sí de Yanacocha implica la aceptación de un punto crucial, quizás el más simbólico para la protesta: que las lagunas no serán desaparecidas. Para comenzar, las recomendaciones del peritaje no la obligan a ello. Esto es lo que dice: “Evaluar técnica y económicamente alternativas de reubicación o desplazamiento de los desmontes del tajo Perol, para tratar de evitar que recubran a las lagunas Azul y Chica, dada su importancia, sin excluir otras alternativas de compensación hidrológica y ambiental que pudieran presentarse y evaluarse durante la ejecución del proyecto, que sean técnica, operativa, económica, social y ambientalmente aceptables, diferentes a las aquí expuestas”. Para el consorcio sería absolutamente impolítico ponerlo en estos términos pero, para decirlo en crudo, salvar las lagunas Azul y Chica no es rentable para Yanacocha. Además, aseguran, incluso si no se tocaran las lagunas, el futuro Tajo El Perol impactaría de tal forma en el ambiente que las lagunas salvadas terminarían, de todas formas, severamente afectadas. Es irónico: éste es exactamente el mismo argumento que tiene Marco Arana para descalificar el peritaje del gobierno y rechazar, de manera absoluta, el proyecto Minas Conga. No hay forma de que se salve ninguna laguna si Conga va. “Además, las lagunas son simbólicas pero, para el sistema hidrológico, los páramos son incluso más importantes”, dice Arana. "Y esos sí que no se salvarían”. CUÁL ES LA SALIDA, SEGÚN...* Wilfredo Saavedra: Idealmente, que Cajamarca entera se declare libre de minería. En el corto plazo, que se encuentre la forma de congelar el inicio de las operaciones por unos años (“digamos, que se haga otro Estudio de Impacto Ambiental”). Idelso Hernández: Cambiar las reglas de juego de toda la minería. Yanacocha no puede irse porque tiene que pagar deuda social y ambiental. Cualquier costo social debe ser asumido por el gobierno y Newmont. Milton Sánchez: Un plebiscito auditado internacionalmente. Un proceso de carácter local, cajamarquino. No un referéndum nacional. Marco Arana: Lo mínimo, mandarlo a la congeladora. Si la protesta escala puede arrastrar no solo a Conga sino a otros proyectos mineros de la zona que no aún no tienen problemas, como Galeno o Michiquillay. El gobierno debería pensar en salvar esos. Gregorio Santos: Conga no va, es definitivo. Una táctica a inmediato plazo sería que el proyecto quede en suspenso indefinidamente mientras se resuelven temas de carácter técnico. Patear el problema para adelante. * Consultados antes del Mensaje del Presidente Humala .