Para el israelí Moshe Rothschild nada de lo que hizo en Perú fue ilegal. Ni la compra a Bielorrusia de 36 aeronaves de combate MIG-29 y Sukhoi-25 por US$410 millones, operación en la que el propio Fujimori admitió que Montesinos cobró una coima; ni la venta al SIN del equipo de “chuponeo” telefónico. LA BUENA VIDA. Moshe Rothschild, el traficante de armas en Israel. Datos 1. FUGITIVO. Rothschild sabe que en cuanto ponga un pie en Perú será arrestado por las autoridades competentes.2. OTROS PAÍSES. Lo mismo le sucederá en el resto de Sudamérica y Europa, donde sería puesto bajo custodia y extraditado a nuestro país.3. MIEDO. Por estos motivos no se atreve a salir de Israel, y por eso temía por la publicación del artículo en este país, ya que una mala publicidad de su persona podría tener un efecto devastador en sus negocios.4. ¿VÍCTIMA? Se cree que Víctor Malca vive prófugo en algún país europeo. Como Rothschild él también afirma que es víctima de una persecución política en Perú. El Señor de las Coimas [final] VIDA DEL PRÓFUGO • Desde su niñez en un kibbutz, hasta su papel clave en la red corrupta de Montesinos. Por Carolina Martín. Foto: Nir Keidar | Kiko-Art. No sólo vive feliz y millonario en Israel. También vive sin ningún sentimiento de vergüenza o culpa. Porque para el israelí Moshe Rothschild Chassin nada de lo que hizo en Perú fue ilegal. Ni la compra a Bielorrusia de 36 aeronaves de combate MIG-29 y Sukhoi-25 por US$410 millones, operación en la que el propio Alberto Fujimori admitió que Montesinos cobró una coima. Ni la venta al SIN del equipo de “chuponeo” telefónico “Octopus”. Ni ninguno de los otros hechos por los que Rothschild afronta cinco procesos judiciales en los tribunales anticorrupción, que han llevado a sendas órdenes de captura internacionales. Sin vergüenza “No me avergüenzo de lo que hice. Actué dentro de la ley y suministré a la Fuerza Aérea peruana los aviones que necesitaba”, dijo Rothschild al periodista Yossi Melman del periódico “Haaretz”. Por supuesto, Rothschild no reconoce que en esa transacción de la que él fue cerebro, en 1996, el precio de los aviones adquiridos fue sobrevaluado, así como que algunos de estos no estaban operativos. Como lo demostró una investigación de La República, con esos aviones se planeó atacar Ecuador, pero al detectarse que no estaban en condiciones para semejante proyecto bélico, Montesinos ordenó comprar otros tres MiG-29 a la Federación Rusa, en 1998. Sueños de millonario Sea como fuere el prófugo traficante de armas alcanzó, gracias a sus negocios en nuestro país, la meta que se trazó cuando salió del kibbutz Gvaram, lugar donde creció lleno de privaciones. Quiso hacerse rico al precio que fuera y lo consiguió. A pesar de que en aquel entonces no era más que un joven a punto de iniciar un curso de piloto en la Fuerza Aérea de Israel. Años más tarde, una serie de jugadas dignas de un maestro de ajedrez lo llevaron a codearse con las altas esferas del poder peruanas. Una situación privilegiada desde la que reunió su fortuna y se convirtió en pieza clave de la red de corrupción de Montesinos. Rothschild obtuvo su título como piloto justo al inicio de la guerra de Yom Kippur, en la que tuvo una breve intervención. Más tarde fue instructor de vuelo, y con 26 años vino a Perú como mochilero, y conoció a Baruch Ivcher, un hombre de negocios israelí con el que hizo gran amistad. Primeros negocios A su vuelta a Israel las cosas no le salieron como quería, y tras casarse y formar una familia, llegó a la conclusión de que si quería ser rico debía probar suerte en Perú. Empezó a trabajar con su viejo amigo Baruch Ivcher en una fábrica de colchones, pero finalmente se dedicó a la exportación de melones a Europa. Entonces llegó el gran cambio. El salto que lo desligó de la agricultura y lo unió para siempre a la venta de armas. Fujimori había llegado al poder y Montesinos se había convertido en su mano derecha. Luego todo es un misterio. Apoyo de traficantes Nada se sabe con precisión sobre cómo este piloto israelí que vivía en Perú sin pena ni gloria apareció de la nada enseñando a pilotos de la FAP las doctrinas de combate soviéticas en Afganistán durante la invasión de este país. Las investigaciones apuntan no obstante a que fueron otros comerciantes de armas israelíes que trabajaban en el país los que lo vincularon con el negocio. Uno sería Zvi Sudit Waserman, un traficante que desde los años 80 abastecía de equipos bélicos a las FFAA y a la PNP, y que con el tiempo se hizo amigo íntimo de Agustín Mantilla y Vladimiro Montesinos. Prófugo de la justicia Las numerosas irregularidades en las que incurrió después ya sólo hablan de ventas ilícitas y asociación con mafiosos . Las mismas por las que huyó del país cuando la justicia le pidió explicaciones. Pero nada le importó y hoy el prófugo traficante de armas vive en una lujosa casa de un barrio rico en Tel Aviv, y hace sus negocios a través de RTCM, una firma que invierte en empresas de alta tecnología. Una vida aparentemente tranquila, si no fuera porque, como describe Yossi Melman en su revelador artículo sobre Rothschild, sigue lucrando con la venta de armas. Ya a finales del 2004 el gobierno francés protestó ante el israelí porque este negocio en Costa de Marfil ponía en peligro a sus tropas apostadas allí en misión de paz. Detrás de esa venta de armas, una vez más, estaba Moshe Rothschild. El traficante que se ríe de la justicia del Perú. Traficante era gran amigo de ministros • Funcionarios de carteras de Interior, Economía y Hacienda lo recibían con los brazos abiertos. Moshe Rothschild pasó de exportar melones a Europa a enseñar a los altos mandos de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) sobre las tácticas militares usadas por la Unión Soviética en su invasión a Afganistán. Y eso a pesar de que como piloto de la Fuerza Aérea de Israel, tan sólo una vez había intervenido brevemente en la Guerra del Yom Kippur (contra Egipto y Siria), en 1973. Sin embargo era una persona más que conocida en las altas esferas del poder. El ministro de Economía Jorge Camet Dickmann lo recibía en su despacho, lo mismo que el viceministro de Hacienda, Alfredo Jalilie Awapara. Es más, viajó con ellos a Minsk, capital de Bielorrusia, para las negociaciones de la compra de los MiG-29 y SU-25, que fueron adquiridos hasta en un 60% más de su valor real. “El señor de las coimas” ingresó al negocio grande de la mano del ministro del Interior, y luego titular de Defensa, general Víctor Malca Villanueva, otro prófugo de la justicia. Cuando Malca se fue premiado como embajador en México, Rothschild lo siguió para continuar haciendo negocios. El israelí vendió helicópteros Mi-17 y fusiles “Galil” a los mexicanos.