Pedro Castillo y los 5 momentos claves de su Gobierno a un año del fallido golpe de Estado
Pedro Castillo gobernó el Perú cerca de un año y medio, en el que se tuvo que enfrentar a una férrea mayoría del Congreso, además de pagar las consecuencias de sus errores como mandatario.
Desde la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2021, Pedro Castillo tuvo que enfrentar las tensiones políticas generadas por quienes no lo querían en el Gobierno. Esto, sumado a sus malas decisiones como presidente de la República, logró poner fin a su mandato el miércoles 7 de diciembre de 2022, cuando intentó dar un golpe de Estado.
A un año de aquel hecho que buscó vulnerar la democracia en el Perú, en esta nota de La República, te contamos algunos instantes que fueron decisivos para la caída del exjefe de Estado.
Pedro Castillo: ¿cuáles fueron los 5 momentos claves de su Gobierno a un año del fallido golpe de Estado?
Descenso en la aprobación ciudadana. Pedro Castillo nunca obtuvo un gran respaldo ciudadano, pero tener como contendora a Keiko Fujimori le ayudó a ganar las elecciones por todo lo que representa la lideresa de Fuerza Popular. Sin embargo, a medida que fue pasando su Gobierno, Castillo Terrones tomó una larga lista de malas decisiones que le hicieron perder credibilidad hasta en quienes habían confiado inicialmente en él.
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“Con el nombramiento de algunos ministros, por ejemplo, se habría ahorrado cuestionamientos con un filtro sencillo, pero no lo aplicó. Creo que no ha meditado en que no basta con que haya ganado la legalidad de la elección, sino que también necesita construir la legitimidad de su investidura”, dijo en su momento la politóloga Paula Távara a France 24.
Gabinetes ministeriales cuestionados. El profesor chotano siempre estuvo acompañado de ministros y asesores que tenían cuestionamientos judiciales o políticos y que, incluso, hoy son prófugos de la justicia, como el caso de Juan Silva, extitular del MTC. Este también fue uno de los motivos por los cuales se le quiso vacar en múltiples ocasiones desde el Congreso de la República.
Algunos especialistas consideraron que Castillo Terrones habría nombrado adrede a muchos de estos funcionarios para que le rechacen la cuestión de confianza en 2 ocasiones, motivo que le permitiría cerrar el Parlamento amparado en la Constitución, escenario que no logró darse.
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Vladimir Cerrón y la desintegración de Perú Libre. Pedro Castillo llegó a Palacio de Gobierno como candidato presidencial invitado del partido político que fundó Vladimir Cerrón en el 2008: Perú Libre. Por este motivo, siempre se le vinculó al médico huancaíno porque sus primeras acciones como mandatario habrían sido direccionadas por Cerrón Rojas.
No obstante, poco a poco, Castillo Terrones fue deslindando de Cerrón y del partido Perú Libre. Meses después, la desintegración del partido del lápiz era inminente y como era de esperarse, Cerrón empezó a criticar su gestión como un opositor más y eso le valió al docente rural que su descrédito ciudadano y político aumentara.
Incertidumbre económica. Los primeros meses de gestión de Castillo serán recordados también por el alto precio del dólar que llegó a cifras récord, lo que provocó el pánico en la sociedad por el incremento del costo de vida. Los alimentos se habían encarecido ente 50% y 80% con motivo de una inflación mundial.
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Este escenario se complicó con el pésimo manejo de la reactivación económica tras la pandemia y la invasión rusa en Ucrania. A pesar de ello, algunos especialistas nunca dejaron de advertir que el Perú seguía creciendo a nivel macroeconómico y tenía óptimas previsiones para su desarrollo.
Corrupción. Actualmente, Pedro Castillo cumple prisión preventiva en el penal Barbadillo de Ate por el presunto delito de rebelión luego de que cerrara el Congreso el 7 de diciembre de 2022. Sin embargo, el exmandatario tiene otros expedientes abiertos, entre el que destaca la teoría fiscal de ser el líder de una presunta organización criminal.
El Equipo de Fiscales contra la Corrupción en el Poder ha formulado diversas hipótesis que señalan a Pedro Castillo como el cabecilla de un organigrama delictivo para enriquecerse ilícitamente sin importar incurrir en delitos como tráfico de influencias. Durante la investigación se involucró a funcionarios, empresarios y miembros de su familia.
