¿Es suficiente la salida de Silva para que el Congreso le otorgue la confianza al gabinete Torres?
Especialistas coinciden en que la renuncia del exjefe del MTC, Juan Silva, beneficiaría al titular de la PCM, Aníbal Torres, de cara al 8 de marzo; sin embargo, consideran que no sería determinante.
El último lunes 28 de febrero, el presidente de la República, Pedro Castillo, anunció a través de sus redes sociales la salida en el cargo del exministro de Transporte y Comunicaciones, Juan Silva. Ello luego de que el titular de dicho sector dijera esa misma tarde, en una conferencia de prensa, que se mantendría en el cargo “hasta cuando el mandatario lo decida”.
“Informo a la ciudadanía que acepto la renuncia presentada hoy (lunes 28) por el ministro Juan Silva, agradeciendo sus servicios prestados. Nuestro compromiso sigue vigente con el pueblo y necesitamos cumplir con los objetivos trazados por el Gobierno”, escribió el jefe de Estado en su cuenta de Twitter.
Pedro Castillo
La renuncia de Juan Silva al MTC, que se produjo al término del debate entre las diversas bancadas del Parlamento y minutos antes de la votación para la moción de censura, podría tender puentes nuevamente entre el Ejecutivo y el Legislativo para favorecer el pedido de confianza que el gabinete presidido por el ministro Aníbal Torres tendrá que solicitar este 8 de marzo ante el Congreso.
Torres había continuado con su ronda de conversaciones y se reunió con la bancada de Acción Popular, cuyos integrantes fueron señalados como “Los Niños”, de acuerdo con las declaraciones que se le atribuyen a la empresaria Karelim López como aspirante a colaboradora eficaz. Según López, el presidente Castillo y otros ministros estarían involucrados en la investigación que se le sigue por presunto lavado de activos.
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Por su parte, el congresista de Fuerza Popular, Hernando Guerra, y el parlamentario de Renovación Popular, José Cueto, adelantaron que no le darían el voto de confianza al gabinete Torres, a pesar de la salida de Silva del MTC.
Para Alonso Cárdenas, politólogo de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), la renuncia de Silva serviría como “un balón de oxígeno” para las intenciones del titular de la PCM de cara al 8 de marzo. No obstante, recordó que el exjefe del MTC no es el único con cuestionamientos.
“Yo creo que la salida del ministro es un balón de oxígeno involuntario para Pedro Castillo y el gabinete de Aníbal Torres. El exministro Juan Silva estaba en el ojo de la tormenta con lo ocurrido con Provias y las relaciones con Karelim López. Probablemente su salida beneficie al gabinete Torres de cara al pedido de confianza. Sin embargo, también están otros ministros cuestionados, como el de Salud, Energía y Minas, y Cultura”, dijo en conversación con La República.
Asimismo, consideró que las declaraciones de Karelim López como aspirante a colaboradora eficaz podrían jugar un rol importante, ya que todavía queda una semana para el pedido de confianza.
“De aquí al 8 de marzo falta todavía una semana, y eso es una eternidad en tiempos políticos en el Perú. Pueden ocurrir varias cosas. Puede volver la moción de vacancia, por ejemplo. Considero que la salida de Silva contribuye, sí, pero no es determinante. En todo caso, el factor determinante ahora es el intento de colaboración eficaz de Karelim López. Ese es el foco de la coyuntura actual y ha pasado a segundo plano el gabinete Torres”, manifestó.
Cárdenas consideró que, se obtenga o no el voto de confianza, el país atraviesa una situación muy precaria debido a la inestabilidad del Ejecutivo y la desaprobación del Legislativo.
“Si las declaraciones de Karelim López pierden peso y se desinflan, eso puede ayudar a que Aníbal Torres obtenga el voto de confianza. Es, en general, una situación muy precaria. Por un lado, el presidente pende de un hilo; por otro, el Congreso tiene una tasa de desaprobación altísima”, agregó.
En esa misma línea, Marylia Cruz, politóloga de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), mencionó que la salida podría ayudar a que el gabinete Torres obtenga finalmente la investidura.
“Sí creo que le beneficia al gabinete Torres, pero se necesita más que la renuncia de Silva. Incluso si el Congreso le da el voto de confianza, es necesario que los ministros al menos brinden a la ciudadanía algunas cuestiones de agenda para saber qué se está haciendo en específico”, explicó a La República.
Sin embargo, cuestionó que la renuncia de Silva al MTC haya demorado tanto, pues los cuestionamientos empezaron en noviembre del pasado año.
“Para empezar, creo que debió darse desde noviembre, cuando se presentó la primera interpelación. Que ahora haya renunciado en medio de todos estos cuestionamientos era una consecuencia irreversible, sobre todo porque hay indicaciones de que puede tener un correlato ante una eventual vacancia presidencial. Me parece que con este ministro iba a ser difícil que se dé la cuestión de confianza”, expresó.
Finalmente, Cruz enfatizó en que se debió actuar con mayor celeridad y que la renuncia de Silva no llega tanto por una cuestión fiscalizadora, sino por presión mediática.
“Creo que la aprobación o no de la confianza, si bien depende del Congreso (y probablemente se la den incluso con los cuestionamientos al actual ministro de Salud), no tiene la debida importancia por parte del Parlamento. A los peruanos sí nos importa, pero no sé si al Congreso, ya que si le interesara realmente, ya habría abierto comisiones investigadoras o interpelaciones en el momento adecuado. Incluso ahora se ha tenido que dar una presión mediática con respecto a Silva para que renuncie”, aseveró.