Godoy sobre Susana Higuchi: “Fue una de las primeras víctimas de Fujimori y Montesinos”
El politólogo, escritor y autor del libro “El último dictador” explicó que el asesor político aprovechó la ruptura matrimonial para capturar en su totalidad a la familia Fujimori.
En La Entrevista, Paola Ugaz conversó con el autor de El último dictador, José Alejandro Godoy, quien repasó algunos extractos del matrimonio Fujimori Higuchi. Además, del papel que jugó Vladimiro Montesinos en la separación de la pareja presidencial.
¿Cómo describirías a Susana Higuchi?
Fue una de las primeras víctimas de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Ella ya venía con un matrimonio con problemas, complicaciones, pero eso se agrava cuando hace la famosa denuncia en marzo de 1992, la cual señala que sus cuñados, aparentemente, estaban seleccionando la ropa donada de Japón, quedándose con las mejores piezas y dando las peores a las personas más pobres. Para muchos, esto terminó siendo un acelerador del golpe del 5 de abril de 1992.
Higuchi después denunció una serie de maltratos, vejámenes por parte de su esposo y Vladimiro Montesinos que terminó de estallar en 1994 en un divorcio público, doloroso, tortuoso y que, probablemente, hubiera sido juzgado con otros ojos el día de hoy.
Estamos hablando de una figura que, además, tuvo un paso por la política, no necesariamente en la primera línea, pero sí con una presencia importante en el Congreso. Estuvo presente en la conferencia de prensa en la cual Ferrando Olivera presenta el video que inicia el derrumbo del gobierno de su exmarido. Es una persona que en sus últimos años decidió dejar de lado cualquier controversia con Alberto Fujimori para recuperar esa paz y tranquilidad que perdió a inicios de los 90.
En el libro, también hablas del papel de Vladimiro Montesinos para captar a la familia Fujimori.
Montesinos se da cuenta muy rápidamente que el matrimonio entre Alberto Fujimori y Susana Higuchi ya tenía problemas. De hecho, durante la campaña Máximo Sanromán, señaló a varios biógrafos que Fujimori e Higuchi vivían una suerte de separación dentro de la misma casa. Eso se habría agudizado durante los dos primeros años de Fujimori en el poder.
Montesinos aprovecha esto y hace una remodelación de las instalaciones del SIN, ubicado en Chorrillos. En el segundo piso, se construyen dos alas residenciales. Una era de Montesinos a pesar de tener un departamento bastante confortable en San Isidro y el otro era para Alberto Fujimori, su madre y sus hijos. Lo que ocurrió es que los entonces adolescentes Keiko, Kenji, Hiro y Sachi vieron en Montesinos una figura familiar, comenzaron a tratarlo como el ‘tío Vladi’.
Por otro lado, ¿qué ha pasado con el presidente del sombrero? ¿Cómo es el estilo de Pedro Castillo?
Un defecto que tienen los ex presidentes peruanos es que terminan atrapados en núcleos muy cerrados, a los cuales les hace caso, pero no escuchan otras voces, no ven otras presencias y terminan atrapados en su propia burbuja.
Pedro Pablo Kuczynski, en el 2016, básicamente confió en un conjunto de personas muy cercanas a él procedentes de San Isidro, Miraflores, La Molina, San Borja, sector mucho más acomodados que no tenía una visión política muy clara. Las voces que alertaban sobre posibles peligros no eran tomadas en cuenta.
En el caso del ex presidente Vizcarra tuvimos esta suerte de muralla moqueguana. Era un grupo de suma confianza que tenía una visión de sobrevivencia política de alguien que ya fue gobernador regional, pero cuando ese círculo se comienza a deteriorar por ideas externas, como el caso Swing, termina acelerando el daño de ese entorno y se queda solo.
Es justo lo que le está pasando a Pedro Castillo. Es un entorno básicamente de paisanos, empresarios, familiares y personas de procedencia chotana que él le confía su visión política. Él dialoga muy profesionalmente con sus ministros, pero no termina de ensamblar un gabinete. El presidente Castillo tiene un problema que es no tener un entorno mucho mayor que lo haga tener una visión mucho más amplia.