Operación Ojo de Águila era para cazar a los Quispe Palomino
Parte de guerra. Cuando dos patrullas guiadas por exterroristas ingresaron en una zona de Vizcatán donde se encuentran los campamentos de los cabecillas, estalló una trampa explosiva y se desató un intercambio de disparos. Los efectivos abatidos ya suman dos del Ejército y uno de la PNP.
Los efectivos militares y policiales que fueron sorprendidos por una trampa de explosivos en la tarde del último jueves formaban parte de la Operación Ojo de Águila del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, cuyo objetivo era capturar a los hermanos Víctor y Jorge Quispe Palomino, conocidos como los camaradas “José” y “Raúl”, cabecillas de la organización criminal autodenominada Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), que opera en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
De acuerdo con fuentes castrenses de La República, el objetivo de la Operación Ojo de Águila era penetrar en uno de los principales campamentos donde se encontraban los Quispe Palomino junto con otros dirigentes.
En un intento de sorprender a los criminales, dos patrullas mixtas del Comando de Inteligencia y Operaciones Especiales Conjuntas (Cioec) y de la División de Investigación de Complejidad (Diviac) fueron insertadas el miércoles 27 en las cercanías de los campamentos de los cabecillas terroristas en el corazón de la zona conocida como Vizcatán. Las fuerzas de seguridad diseñaron el plan para dar caza a los Objetivos de Alto Valor (OAV) con información proporcionada por exterroristas que han desertado recientemente.
Víctor Quispe Palomino. Foto: Difusión
Sin embargo, al llegar al sector conocido como El Cuello, cerca del poblado de Torococha, ubicado entre el límite de los distritos de Canayre, de la provincia de Huanta, Ayacucho, y Vizcatán del Ene, en provincia de Satipo, en Junín, la primera patrulla fue sorprendida cuando uno de sus integrantes pisó una trampa explosiva o mina artesanal, señal evidente de que las fuerzas del orden estaban rumbo al objetivo.
La explosión causó la muerte del suboficial de segunda EP Gersson Cabrera Estrada y del suboficial PNP Haddler Lázaro Lino. El capitán Luis Marzal Huallanca, que actuaba como jefe de patrulla, y que resultó gravemente herido, falleció ayer viernes.
No obstante las lamentables pérdidas, las fuentes castrenses manifestaron que la Operación Ojo de Águila ingresará en una nueva fase, ya que se ha logrado ingresar en una zona de confort de los integrantes de la organización y que creían inaccesible.
El sector conocido como El Cuello es una de las principales entradas a la zona de Vizcatán, en la que suelen desplegar sus campamentos los Quispe Palomino.
Después de la explosión de las trampas, delincuentes desplegados en distintos puntos de las montañas boscosas dispararon a los efectivos. El tiroteo duró más de dos horas.
Ayer viernes las fuerzas combinadas intentaron extraer de la zona a los efectivos de las dos patrullas que ejecutaban la Operación Ojo de Águila. Dos helicópteros del Ejército fueron desplegados al área, pero por el mal tiempo no pudieron concretar la evacuación de los militares y policías. Solo pudo ser retirado el capitán Luis Marzal.
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