Política

Mujeres subrepresentadas: deuda y desafío para la democracia en Perú

Ninguna mujer es gobernadora regional. De 130 congresistas, solo 33 son mujeres. Nunca hubo una presidenta del Perú. ¿Por qué no hay una verdadera representación femenina?

Históricamente las mujeres han estado subrepresentadas en diversos ambientes políticos. Acoso, violencia y pocos mecanismos que fomenten una adecuada participación han jugado en contra. Pese a que la cuota de género empezó a usarse en 1997, las cifras han permanecido estancadas desde hace 23 años.

En el Día Internacional de la Mujer, es preciso cuestionar el alcance de la representatividad femenina en espacios políticos. Las cifras oficiales del último censo nacional de 2017 arrojaron como resultado que las mujeres representan el 50.8 % de la población peruana.

Una realidad solo descrita

De acuerdo al informe ‘Participación política de las mujeres en el Perú', elaborado por la Defensoría del Pueblo y publicado en abril de 2019, la aplicación de la cuota inició en el año 1997 con un mínimo de 25 % de mujeres en la lista de candidatos al Congreso de la República.

Para el año 2000, la cifra se logró incrementar a 30 %. Casi 20 años después, en el 2019, el tema se cuestionó y se volvió a debatir.

Como resultado se logró la paridad y alternancia, aunque de manera progresiva. De este modo, con cada nueva elección, se aumentará la cuota de género en 5 %. Así, para el 2021, la cuota será de 40 %; en el 2016, de 45 %; y, finalmente, recién en el 2031 las mujeres tendrán una verdadera representación del 50 % en las listas de candidatos al Congreso.

La evolución de la representación femenina parlamentaria

Si bien las mujeres representan el 50.8 % de la población peruana, han simbolizado dentro del Congreso -en su máximo histórico en el 2006- un 29.1 %. del total de congresistas electos.

En el último congreso electo 2020-2021 las mujeres alcanzan el 25.3 % del total de curules. A lo largo de los años, luego de la implementación del mínimo en los partidos políticos, las cifras no han variado mucho.

Subrepresentadas

Para Violeta Bernúdez, autora del libro Género y poder, hemos tenido una “democracia de papel”.

“Toda democracia se basa en la representación de todos los ciudadanos y ciudadanas. Mientras las mujeres estén subrepresentadas no tendremos una democracia igualitaria”, menciona.

Diana Párraga, vocera de la campaña Somos la Mitad, Queremos Paridad sin Acoso Político, expresa que mientras más mujeres lleguen al poder legislativo, habrá mejores enfoques en las leyes.

“Podremos tener leyes mejor elaboradas y acorde con todas las demandas que tenemos”, afirma.

Además, la inclusión de las mujeres en cargos políticos y en las leyes significa visibilizar temas que afectan en su vida. “Coloca temas que nunca antes habían estado en la agenda pública porque son de relevancia para la vida de las mujeres que lamentablemente los congresistas varones no veían", agrega Bermúdez.

En los últimos años, las congresistas han legislado a favor de los derechos de las mujeres, promovido por organizaciones y la sociedad civil. Pensión alimentaria, derechos económicos, igualdad salarial y más se ha buscado para lograr mejores condiciones entre hombres y mujeres.

¿Por qué la ley de paridad y alternancia no fue directa?

Para Párraga, no hubo voluntad. “La composición del Congreso del periodo parlamentario donde se aprobó la norma, no tuvo el compromiso de legislar una norma que permitiera la participación equilibrada entre mujeres y hombres en todos los espacios de decisión”, manifiesta.

Durante la discusión del proyecto, el fujimorismo se opuso al proyecto de paridad de género. Consultadas por La República en ese momento, Úrsula Letona y Karina Beteta mencionaron estar en contra. “No se les puede obligar a las mujeres a participar en la vida política”, señaló Beteta. Las mujeres son más del 45 % en los partidos políticos, según Violeta Bermúdez.

¿Es efectiva la cuota de género?

En el libro Las cuotas electorales, de Cristhian Jaramillo y Manuel Valenzuela, se evidencia que no han sido muy efectivas.

“Las cuotas han cumplido su cometido de promover la participación, pero sin alcanzar efectividad en la representación”, se menciona.

Pero ¿Por qué no han funcionado? Porque los partidos políticos han sabido sacarle la vuelta a la ley.

“Los sectores ’beneficiados’ por las cuotas en cuestión son usualmente ubicados, por los partidos y organizaciones políticas, al final de las listas.", se indica en el libro.

Además, el acoso y violencia política por parte de ciudadanos y candidatos sigue vigente. “La discriminación y exclusión a estos sectores no se ha eliminado gracias a la aplicación de las cuotas”, mencionan los autores. Es decir, no hay mecanismos para lograr una efectiva representación.

¿Con la nueva ley no se evita esto? En parte, pero todavía costará once años lograr una verdadera representación.

Para Jaramillo, la paridad y la alternancia es un primer y buen paso; sin embargo, no basta. Se debe pensar en todo el sistema electoral.

"Tienes que pensar si el voto preferencial ayuda o no, debes pensar en el tema de financiamiento a las mujeres en los partidos políticos, en la violencia, en el acoso político y más. Es todo un sistema de reglas que no se debe quedar solo en la paridad y la alternancia”, sentencia.

¿Qué tan subrepresentadas están las mujeres en general?

Si bien la paridad y alternancia política ha representado un avance de las mujeres en espacios políticos, aún faltan otros mecanismos para garantizar una verdadera representación. También, para lograr que más mujeres accedan a cargos locales.

Según el informe de la Defensoría del Pueblo, en las elecciones regionales y municipales 2018 no hubo ninguna gobernadora regional. Los 25 puestos fueron ocupados por varones.

Del total de vicegobernadores regionales, solo 5 (20 %) de 25 fueron mujeres. Hay 63 (19 %) consejeras regionales de 328. En el caso de alcadesas provinciales, solo 7 (4 %) de 196. Hay 453 (26 %) regidoras provinciales de 1 764.