Luis Castañeda: los 100 días de protesta del bypass de 28 de julio [FOTOS]

Una de las obras más criticadas de Luis Castañeda fue el bypass de 28 de julio, por la que también tendrá que responder en el plazo de los 24 meses de prisión preventiva que le ha dictado el Poder Judicial.

El bypass de 28 de julio fue construida con el objetivo de mejorar la fluidez del tránsito vehicular, según el fundador de Solidaridad Nacional. Sin embargo, 100 días de protesta de diversos colectivos para frenar el proyecto demostraron gran descontento con el trabajo de Castañeda Lossio. Muchos de ellos hasta acamparon en la zona para evitar el avance de la obra.

En abril del 2016 el exalcalde inauguró la obra efectuada por la empresa OAS, con un gran sector en contra de su ejecución porque se utilizó el fedeicomiso de Río Verde, restaron las áreas peatonales, las zonas verdes y ciclovias. Además, muchos aseguraron que era innecesaria porque no disminuiría la congestión vehicular.

Más de 500 fisuras y rajaduras en el bypass

A un año de su estreno, en junio del 2017, se reportaron más de 500 fisuras, rajaduras y forados en las paredes de los túneles del proyecto, lo cual es un peligro para la seguridad. Pese a ello, el exburgomaestre señaló que el problema era una filtración de agua producto de una desviación de tubería de Sedapal, más no un problema estructural.

Frente a ello, Sedapal desmintió. “Sedapal no es responsable de ninguna de las intervenciones que hizo la empresa OAS, contratada por la Municipalidad de Lima, para ejecutar dichas obras, ni de los daños que puedan derivarse de las mismas”.

Algo parecido declaró un exfuncionario de su gestión por la caída del puente Talavera en el 2017, el que unía a los distritos San Juan de Lurigancho y el Agustino. “El puente no se ha caído, se ha desplomado”. Y manifestó no haber sido por la estructura, nuevamente, sino por la naturaleza del río.

Un proyecto de más de 74.5 millones de dólares

Otra observación fue que para el bypass utilizaron el fideicomiso destinado a la iniciativa Río Verde, la cual iba a ofrecer un parque de 25 hectáreas, el museo de Cantagallo, el barrio Shipibo, ciclovías y pasos peatonales. Era un proyecto para integrar el río Rímac con la ciudad, la cultura y el esparcimiento.

Ese proyecto fue presupuestado por 74.5 millones de dólares por la exalcaldesa Susana Villarán, sin embargo al salir elegido Castañeda descartó el proyecto y ejecutar el bypass de 28 de julio con la constructora OAS.

La misma empresa que viene siendo investigada por el presunto financiamiento de las campañas electorales de Castañeda, a cambio de conseguir ventajas económicas para las empresas Rutas de Lima y Línea Amarilla, las concesionarias que administran los peajes de la ciudad de los reyes.

Y además, según el Órgano de Control Interno (OCI), se solicitaron 22 millones de dólares más para culminar con la obra. Cuando la comisión de Defensa del Consumidor del Congreso lo citó para que explicará la relación con OAS, los fujimoristas mostraron poco interés en investigarlo.

El origen del bypass

El origen del bypass 28 de julio está en el proyecto Línea Amarilla. El 12 de noviembre del 2009 la segunda gestión de Castañeda concesionó el proyecto vial Línea Amarilla a la empresa LAMSAC, socia de OAS. Esta última quedó a cargo de las obras de la Línea Amarilla. Fueron 570 millones de dólares destinados.

En el 2011, la nueva alcaldesa Susana Villarán, le añadió 130 millones de dólares (en total 700 millones de dólares), y cambio de nombre a Vía Parque Rímac, poque incluyó la construcción de las 25 hectáreas de área verde anteriormente mencionada.

En el 2013 se creó un fedeicomiso de 74.5 millones de dólares con el que se financiaría el proyecto Río Verde, el cual estaba dentro de Vía Parque Rímac. Luego de un año, estaba listo el contrato para la firma y comienzo de la ejecución, sin embargo OAS nunca firmó el contrato.

Luis Castañeda fue elegido alcalde por tercera vez y anunció la construcción del bypass de 28 de julio. El financiamiento salió del fideicomiso destinado a Río Verde, a pesar de no tener casi nada en común.

La empresa OAS supervisó “el plano de especies arbustivas” y solicitó el estudio de “conteo de volúmenes vehiculares” como parte de la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto bypass. Todo esto en diciembre del 2014, cuando Susana Villarán aún no terminaba su mandato.

Los sobrecostos de OAS

En cuanto a los sobrecostos para el proyecto, solicitaron el cierre de los grifos “Piki”y “Kikito”, ubicados en las avenidas 28 de julio y República de Chile. Para esto se necesitaba el cierre y retiro de tanques de combustible, la que no tuvo permiso del Ministerio de Energía. Costó 127 mil 829 soles.

El presupuesto de OAS para esta ejecución era diez veces más caro que el que presentó la municipalidad al ministerio de Energía, bajo el mismo concepto.

Lo mismo pasó con el cerco perimétrico con el que tenían cerrada la obra. Era un cerco de metal de 1,864 metros de longitud, con planchas acanaladas de 2.70 metros de altura. 303 dólares por metro lineal. La instalación costó 564 mil 792 de dólares.

El sembrado y suministro de césped americano fue presupuestado en 18 mil 043 dólares. Mientras que el pintado de sardineles a 7 mil 358 dólares. 14.35 dólares por metro, cuando en realidad el costo es de 14 soles, según empresas nacionales de construcción.

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