Fernando Tuesta: “Con las nuevas elecciones los actores directos de la actual crisis ya no estarán”
“Vizcarra ha aprendido mucho, tiene una capacidad de decisión mayor de la que se esperaba. No es fácil decirle al Congreso lo que le dijo”.
Por: Enrique Patriau
En la siguiente entrevista, el politólogo Fernando Tuesta analiza el proyecto de reforma constitucional para adelantar las elecciones generales para abril de 2020. En opinión del experto, el cronograma que el Ejecutivo ha propuesto es viable. Eso sí, advierte que se deben incluir algunas medidas complementarias.
El proyecto del Poder Ejecutivo propone como fecha para las elecciones el tercer domingo de abril del 2020. ¿Considera que es factible llegar a esa fecha?
El proyecto de ley contiene los artículos necesarios para modificar los plazos y permitir elecciones el próximo año. Tal como ha sido desarrollado, es posible hacer elecciones en esa fecha.
¿Pero basta con lo que está señalado en el proyecto? ¿O se necesitan medidas adicionales?
Si se incluyen medidas complementarias del Ejecutivo, para proveer a los organismos electorales de normas que permitan la contratación de bienes y servicios en los plazos adecuados y con los presupuestos necesarios, sí es posible hacer elecciones para abril de 2020.
De acuerdo. Sin embargo, antes habrá que celebrar un referéndum, que posiblemente sea a finales de noviembre. ¿Los plazos no son muy justos?
El referéndum está en función de que el Congreso apruebe el proyecto en los plazos más breves. Si se aprueba (en comisión) y pasa al Pleno en el mes de agosto, entonces podemos tener un calendario adecuado.
Lo que quiero decir es que, en el papel, los plazos pueden cuadrar, pero la decisión política es otra cosa.
El tema es el siguiente: todo está en manos del Congreso.
Exacto, por lo que el debate tendría que ser razonablemente rápido, ¿no es cierto?
Si el Congreso discute en tiempos razonables, es probable que el proyecto se vote en agosto, porque estamos hablando de un texto con un artículo y las disposiciones transitorias. Además, sobre el tema ya se está discutiendo desde ahora. Se trata de algo muy concreto.
El Congreso no tendría por qué demorar el asunto.
Claro, ¿qué se va a discutir ahí? Lo que se debatirá, posiblemente, es la pertinencia o no de adelantar las elecciones y si estas tienen que ser en tal semana o en tal otra, nada más.
Si quieren se demoran.
Pero casi todos los caminos llevan a elecciones…
¿Qué quiere decir?
Por ejemplo, si el Congreso no apura el tema, tal como ocurrió la vez pasada (con la reforma política), el Gobierno puede proponer una cuestión de confianza. Y eso puede llevar a que el Congreso se disuelva.
¿Cómo le parece que ha recibido la noticia el Parlamento?
Es interesante, porque las reacciones del día de hoy (jueves) han sido variadas. En cambio, el 28, cuando se informó la decisión en el mensaje presidencial, todos estaban en contra.
Lo han asimilado mejor.
Además, porque estas son decisiones partidarias y, yo entiendo, que a los partidos no les conviene aparecer como contrarios a esta medida, porque tiene mucho consenso.
Es popular. La pregunta es si es efectiva como solución.
Hay que recordar que esta es una medida propia de los parlamentarismos. Con crisis políticas, el gobierno suele adelantar elecciones para que la decisión la tomen los ciudadanos como electores, a fin de crear una nueva representación. Acá se ha hecho algo parecido, se ha dicho ‘recortemos el mandato’ y ya está en la gente conformar a un nuevo Congreso.
¿Resuelve el problema?
Sí, lo resuelve, en la medida que los actores directos de la actual crisis ya no estarán. Nada de esto te garantiza que el Congreso nuevo sea mejor que este por ejemplo, no obstante, se trata de una oportunidad.
De las cuatro reformas políticas por promulgarse, ¿cuál quedaría fuera el 2020?
El propio Gobierno, en su disposición transitoria, señala que de las reformas que deben promulgarse la que no entraría en vigencia es aquella que choca con el calendario electoral, y esa es la de democracia interna.
Aunque estará vigente para las elecciones que vengan.
El Gobierno debería promulgar las cuatro reformas, solo que, como digo, la de democracia interna no es aplicable ahora, pero puede ser implementada a partir del 2022 en las elecciones municipales y regionales. Las otras tres son ejecutables porque no tocan el cronograma.
¿En qué situación deja al fujimorismo este adelanto de elecciones?
Yo creo que, con independencia de que se adelanten o no las elecciones, el fujimorismo ha quedado sumamente dañado con relación al 2016. Aparte, si el fujimorismo persiste en una posición de obstrucción a la medida, puede pasarle factura. Que la gente los identifique como opositores a las elecciones puede ser hasta peligroso para ellos.
¿Qué idea tiene del presidente Martín Vizcarra?
Es un político que ha aprendido mucho, tiene una capacidad de decisión mayor de la que se esperaba. No es fácil decirle al Congreso lo que le dijo de manera presencial, no es sencillo, y, sin embargo, lo ha hecho. Es un político que, al hacer todo esto, tiene posibilidades de acá a cinco años.