Gorky Béjar, ¿el ‘operador’ de Licona?
PROTAGONISTA. Su nombre aparece en casi todo el requerimiento de prisión preventiva contra Licona y Castro. Fiscal Gladys Aparicio lo pone como el nexo entre el exgobernador cusqueño y la empresaria Janet Castro para negociar obras regionales.
José Víctor Salcedo
Se le vio por última vez en la campaña electoral de 2018. En ese entonces, Gorky Béjar Mejía postulaba a la alcaldía del distrito de Taray, Calca, por el partido Acción Popular; el mismo que llevó a Jean Paul Benavente al sillón del Gobierno Regional de Cusco.
En las investigaciones que implican al exgobernador de Cusco en varias irregularidades, Béjar figura como nexo de Licona y Janet Castro Chura, una empresaria beneficiada con contratos en la gestión pasada. Esa es la tesis de la fiscal Gladys Aparicio, quien pidió prisión preventiva de ocho meses para la exautoridad. Por eso, cuando Benavente fue cuestionado por avalar la postulación de un investigado como Béjar, este desapareció del entorno de la actual autoridad.
El nombre de Gorky Béjar Mejía vuelve a sonar fuerte, pero en los pasillos del Ministerio Público y el Poder Judicial. Su nombre aparece escrito más de 50 veces en el requerimiento de prisión preventiva que también incluye a la empresaria Castro.
Durante los dos días (27 y 29 de junio) de alegatos hechos por la fiscal y los abogados, su nombre fue repetido consecutivamente, muchas más veces que los nombres de Licona y Castro.
Eso lo aprovechó el abogado de Licona, Aldo García Aragón, para señalar que quien gestionó y recibió supuestamente dinero fue Béjar, no Licona.
¿Quién es Gorky Béjar y qué papel jugó en el entramado de las obras de descolmatación de ríos direccionadas a favor de personas y empresas?
A Béjar se le atribuye haber estado a cargo de contactar a Piedad Vargas, para que integre la plancha regional como vicegobernadora. En ese interín, habría gestionado préstamos para Licona. Ahora es un personaje clave para esclarecer los hechos irregulares atribuidos al exgobernador, la empresaria Castro y varios ex funcionarios regionales en la concesión de obras de descolmatación por más de S/ 11 millones y el presunto pago de un diezmo.
En 2015, fue asesor de la vicegobernadora Piedad Vargas. Béjar dejó ese cargo, pero seguía siendo hombre de confianza de Licona. La empresaria Castro refirió a la fiscalía que fue el nexo para “hacer negocios”.
Según la empresaria, él le pidió que se haga cargo del retiro de desmonte de un terreno de la vicegobernadora en el distrito de Oropesa, provincia de Quispicanchi, a cambio de obras en la Región. Así las cosas, Béjar aparece como si fuera el “operador” del gobernador Licona. Janet Castro, así como le escribía a Licona, también lo hacía al celular de Béjar entre noviembre de 2015 y junio de 2016. Castro envió sucesivos mensajes para reclamarle la devolución de un dinero. En un mensaje del 3 de diciembre de 2015, le dice: “Por fin, quién me dará solución, tengo problemas graves y ustedes después de recibir el dinero me abandonaron, todo lo perdí”.
Béjar sería, además, según la fiscal Aparicio, el hombre que se encargó de llevar dinero a Lima para pagar la deuda que tenía Licona con Castro y así evitar que siga denunciando los hechos irregulares en la concesión de obras de descolmatación.
Su pasado lo condena
Gorky Béjar tiene un pasado gris. Fue alcalde de Taray en 2014 y afrontó un proceso de vacancia; como trabajador de la Región, fue incluido en una investigación por lavado de activos junto a Licona y René Concha (exgobernador). Esa investigación fue archivada y está en revisión en una instancia superior. La fiscalía sospechaba de Béjar, porque, cuando Licona era candidato a la Región en 2014, se habría encargado de gestionar, para que la gestión de Concha Lezama abastezca de combustible de manera ilegal a la campaña política de Licona.