Percy Medina. Jefe de Misión para Perú de IDEA Internacional. Ex secretario general de la Asociación Civil Transparencia (2003-2012). Egresado de la Maestría de Ciencia Política y de Derecho de la Universidad Católica del Perú (PUCP).,El jefe de IDEA Internacional en el Perú, Percy Medina, aboga por el diálogo para que las reformas políticas puedan concretarse. En medio de otra confrontación entre el Ejecutivo y el Congreso, considera que debe haber acercamientos para cumplir con los estrechos plazos y así puedan regir las nuevas normas en las elecciones del 2021. ¿Cómo ve la actitud del Congreso sobre las reformas políticas que se han propuesto? Para que las reformas puedan aprobarse en los plazos estrechos que hay se requeriría de acuerdos políticos entre las fuerzas que están representadas en el Congreso. Si la aprobación de las reformas se deja librada a las opiniones que tiene cada parlamentario sobre estos temas, lo más probable es que no haya acuerdo en ningún ámbito. En otros países, las reformas se plasmaron a partir de que los partidos lograron acuerdos sobre temas y luego el Congreso les dio forma. Esperar que todos los temas sobre la mesa puedan resolverse en discusiones de la Comisión de Constitución nos puede llevar a que no haya consensos en la mayoría de ellos. ¿Lo dice por las declaraciones de la congresista Rosa Bartra, presidenta de Constitución, que ha anunciado que acumularía las propuestas del gobierno con muchas otras anteriores? Lo digo a partir de escuchar opiniones de distintos parlamentarios sobre los temas y no veo que sea fácil llegar a acuerdos. Quizá esto requeriría que las direcciones políticas de los partidos políticos tuvieran una discusión más a fondo y que haya también una conversación entre gobierno y las bancadas. PUEDES VER Keiko Fujimori: ¿Qué es el recurso de casación que podría decidir la suerte de la excandidata? Pero la mayoría de partidos políticos está en crisis: Fuerza Popular tiene a su lideresa presa, el Partido Aprista ha perdido a su dirigente más emblemático recientemente... Efectivamente, ese es el problema. Pero los partidos políticos tienen instancias de dirección en las que podría haber una discusión política. Y también podría establecerse un diálogo entre los voceros de cada una de las bancadas. ¿Por qué es tan necesario priorizar las reformas políticas? Hay gran expectativa por que se usen en las elecciones del 2021 y la legislación establece que en el año previo a la elección no puede modificarse la normativa electoral. El plazo es el 2019 para que rijan en el 2021. Y en algunos casos son reformas constitucionales y requieren ser aprobadas en dos legislaturas consecutivas. La primera aprobación de estas reformas tendría que ser antes del 26 de julio. Que es ahorita... Es ahorita. Son reformas constitucionales la inmunidad, el aumento del mandato de alcaldes y el impedimento de candidatear de quienes tienen sentencia de primera instancia. PUEDES VER Luis Nava: Poder Judicial evaluará apelación a la prisión preventiva el martes 14 ¿Qué cree que buscan los congresistas con la dilación? Creo que lo que vemos como dilación es la dificultad para ponerse de acuerdo. Si hubiera consenso alrededor de los temas, muchos podrían aprobarse inmediatamente. El problema fundamental es que no hay consensos o, al menos, no hay sectores mayoritarios que apoyen cada reforma. Por eso, el estado de la discusión es todavía preliminar, muy general. ¿Cómo ve la actuación del Poder Ejecutivo en relación a las reformas políticas? El Ejecutivo tuvo la iniciativa nombrando una comisión especial, recibió las propuestas de este grupo, las envió al Congreso, y ha pedido que el Parlamento las discuta. Quizá lo que toca en este momento, como esfuerzo adicional, es que busque acuerdos con distintas fuerzas políticas para llegar a la aprobación de los textos normativos. ¿Cómo así? Creo que ha sido bastante proactivo, pero se requiere además que se logren los acuerdos para que estos temas lleguen a ser aprobados. Un riesgo grande es que todos los temas logren ser discutidos pero que ninguno o pocos consigan los votos, entonces formalmente se da la discusión pero no hay reforma. Por otro lado, para resolver los problemas que se han detectado en la legislación sobre elecciones y partidos, se pueden implementar distintos tipos de reforma. Por ejemplo, sobre la inmunidad parlamentaria, el Ejecutivo plantea que quien la levante sea la Corte Suprema, pero quizá una discusión a fondo en el Congreso puede llevar a un mecanismo diferente pero que sí atienda la preocupación de fondo sobre la inmunidad. PUEDES VER César Hildebrandt: "Nuestros políticos están muertos de podredumbre" ¿Y plantear la cuestión de confianza ayudaría? Creo que ayudaría sentarse en serio a buscar acuerdos. Creo que nadie en el Ejecutivo está planteando la cuestión de confianza. Y visto en abstracto, una reforma política para que tenga viabilidad a largo plazo requiere basarse en los más largos consensos. Lo ideal sería que no sea producto de alguna imposición sino de acuerdos. En concreto, ¿cómo resolver esta nueva confrontación, ahora por la reforma política? Es necesario que se sienten en serio a conversar y eso muchas veces no se hace en el ámbito del Parlamento, delante de las cámaras y en conversación formal, porque allí aparecen el discurso político y hacia las cámaras. Muchas de las reformas se han desarrollado en espacios de trabajo donde se discuten distintas opciones, se evalúan distintas posibilidades y se consiguen consensos poco a poco. ¿Considera que los partidos se ven amenazados por estas reformas políticas? Algunas personas pueden sentir que el cambio de las reglas de juego podría afectar la manera como operan en política. Entonces, sí, eso suele pasar en muchos procesos de reforma. Eso siempre está en los procesos de discusión. Por eso, es importante que esto no dependa de voluntades personales sino de voluntades colectivas. ¿Qué pueden hacer los ciudadanos ante esta situación? La opinión pública es fundamental. Lo que ha ocurrido en muchos procesos de reforma es que la opinión pública ha influido en favor de determinados temas. Se regula la vida de los partidos y las elecciones, pero eso no es solo un asunto de los partidos y los políticos, sino de cómo la gente será representada y cómo participará. La opinión de la gente es importante.