Posición. Dijo que ante el problema de absorción minera y destartalamiento humano toca ponernos de acuerdo. Postuló el diálogo en el conflicto en Las Bambas.,Durante su intervención en la apertura del año académico de la Universidad de San Marcos, el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, manifestó que vivimos un problema de "absorción minera" y de "destartalamiento humano" por la ambición financiera. Por ello consideró que los peruanos estamos convocados a repensar los grandes proyectos nacionales y a ubicar el lugar y papel de la minería en su justo punto. "Vamos a tener que repensar, tenemos que ponernos de acuerdo todos, no solo entre los mineros y la minera, sino también en el conjunto del país hacer un consenso nacional. Que se consulte a todo el pueblo cómo encontrar su lugar a cada cosa, ya que somos un país que todos ambicionan porque tenemos casi todos los minerales del mundo y el sistema requiere mucho de nosotros", respondió ante la pregunta de uno de los asistentes a la ceremonia donde monseñor Castillo trató sobre 'La condición humana en tiempos de crisis. Corrupción, ética y espiritualidad'. PUEDES VER: Abogados lograron que comunidades cobren al MTC S/ 15 millones Respecto al conflicto en Las Bambas señaló que es preciso resolverlo mediante el diálogo y la consulta, como mejor alternativa. Al tratar el tema de la corrupción, el arzobispo se remontó al siglo XVII en que mineros y vendedores de mineral incursionaron en el entramado del Estado con el fin de ser favorecidos, entre otros, con la dotación de población indígena y negra para ser explotados en las minas y tener ganancias internacionales. "Cuando los mineros emergentes y los comerciantes capturaron el estado colonial surge el hombre corrupto y la organización corrupta en la sociedad", precisó, tras anotar que esa crisis no solo fue de aquella época sino que se ha ido acumulando hasta hoy. De ahí, dijo, el llamado profético de hace tres siglos que se comenzó en los años 70 del siglo XX por justicia, reformas de la sociedad y del estado, mayor tolerancia; por una experiencia religiosa sin reglas invivibles, y una iglesia que no sea indiferente a la corrupción. Vencer la corrupción - Monseñor Castillo señaló que la corrupción puede ser vencida por la indignación. - "Así como había funcionarios de la Colonia que querían poner orden, hay jóvenes jueces de hoy que ponen el dedo en la llaga", dijo. Añadió que también se requiere de bases espirituales para que el país se reencuentre y valore.