Lima no solo no está preparada para problemas mayores, sino que hay una total falta de respeto por el ser humano que escandaliza.,El 13 de enero los vecinos de la avenida Próceres de la Independencia y alrededores despertaron a las 4 de la mañana impregnados de un olor nauseabundo, como si el mundo se pudriera para ellos en el interior de sus hogares. Casas inundadas, artefactos malogrados, negocios echados a perder, la suspensión del servicio de agua potable… Han pasado varios días de ese estallido de aguas servidas y desde esa vez aparecieron denuncias de nuevas roturas en la avenida Lima en la zona de Caja de Agua, en las calles Río Huallaga y Río Chira en Canto Grande, en el jirón Los Beleños en San Silvestre, al costado de la estación Pirámides del Sol. En este caso hay, por supuesto, ineptitud total, además de las responsabilidades que determinen las investigaciones a Sedapal y las constructoras involucradas. Pero aquí quiero mostrar mi preocupación por el factor humano. No es posible tanta pasividad, tanta desidia, tanta indiferencia. Los vecinos de San Juan de Lurigancho tardaron días en ver sus casas limpias, padecieron -padecen aún- en algunas zonas la falta de agua potable, lo que es una muestra más de la indolencia de autoridades y funcionarios. ¿Se imaginan qué ocurriría tras un desastre de magnitudes, como un terremoto, que dañe no solo tuberías sino postes de luz, conexiones de gas, etc.? Lima no solo no está preparada para problemas mayores, sino que hay una total falta de respeto por el ser humano que escandaliza. Y ocurre en diversas áreas de nuestra vida social cotidiana, como en el sector salud (las citas en Essalud son desesperantes), en el transporte (el sistema del Metropolitano en hora punta y con este calor es una tortura), en educación (ya se conoce el sufrimiento de los padres de familia para conseguir matrícula), hay muchos ejemplos más. Nos olvidamos del factor humano con exagerada facilidad... Pero, bueno, esperemos que esto cambie, ya se acerca el Bicentenario, seamos positivos. Sí, va a cambiar. Viva la patria, viva el Perú.