“Hemos vuelto a la dinámica entre la autonomía y la captura del Estado por parte de las nuevas élites, especialmente las neoliberales que han instalado en América Latina”.,Chávarry, el Fiscal de la Nación (FN) blindado por el fujiaprismo, se resistía a renunciar en nombre de la autonomía y finalmente renunció, según ha dicho, en defensa de la autonomía. ¿Era autónomo Chávarry? Algunos analistas, constitucionalistas y políticos argumentan y discuten propuestas de reforma como si Chávarry hubiera sido realmente autónomo sin analizar la situación concreta del juego de poder. Hay diversas evidencias que muestran que Chávarry no era autónomo sino que había sido capturado y protegido por el fujiaprismo. En el chat de La Botica, KF ordena a su bancada proteger a Chávarry de los ataques de la “caviarada” y en el Congreso, en particular en la Comisión de Acusaciones Constitucionales, la mayoría fujiaprista blindó a Chávarry apelando a diversos pretextos. En realidad estamos frente a un doble blindaje: el fujiaprismo blinda a Chávarry para mantenerlo como FN y Chávarry blinda a FP y al Apra en el ámbito de las acusaciones judiciales y en el de la corrupción. Los medios y la mayoría de la población conocen este hecho. Solo el fujiaprismo y los analistas conservadores se hacen los ciegos y sordos. La dinámica entre la autonomía y la captura del Estado o de parte de él es una vieja historia del Estado en el Perú. El Estado colonial y el estado republicano en un largo trecho de su historia han sido patrimoniales, esto es, fueron apropiados por una elite privada y los manejaron como si fueran su chacra apelando a un derecho (Weber, Cotler y otros) o a su voluntad arbitraria (el sultanismo del que habló Basadre). Los diversos intentos por acabar con el Estado patrimonial o sultanista en la historia republicana fracasaron total o parcialmente (ver trabajos de Kurtz, Soifer y otros). El único esfuerzo que tuvo un cierto éxito en esta tarea fue el velasquismo como ha sido señalado por Alfred Stepan (Power and Society: Peru in comparative perspective). Según Stepan y otros politólogos y sociólogos, el velasquismo construyó el Estado más autónomo que ha tenido el Perú en su historia. Con la caída del velasquismo hemos vuelto a la dinámica entre la autonomía y la captura del Estado por parte de las nuevas élites, especialmente las neoliberales que han instalado en AL lo que Cardoso llama el neopatrimonialismo. Este es el debate actual: ¿el Estado neoliberal es un estado autónomo o es un estado capturado por las élites? Algunos sostienen que es un estado autónomo y otros subrayan más bien su captura. Parte de ese debate es la autonomía o la captura de los organismos de control del Estado (Contraloría, Fiscalía, Poder Judicial, TC) no solo por las élites privadas sino también por Ejecutivo o el Legislativo. La posesión de estos organismos de control estatal no solo dan más poder sino que blindan de las acusaciones de corrupción a quienes los tienen en sus manos. Por eso, la captura de estos organismos, la corrupción y la impunidad siempre van juntas. Si AG no hubiera sido ni fuera blindado por fiscales y jueces (protegidos a su vez por el Apra y por el gobierno aprista) hace mucho tiempo que estaría preso.