Peruana cuenta curiosa situación sobre su proceso de regularización en España: "Parecía que me estaban subastando"
Con humor, y una deliciosa receta de fondo como en cada video, Zulema relata cómo luego de tres años en España, solicitó a su jefa un contrato formal que desató una situación curiosa.
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En TikTok, la peruana Zulema Esteves, conocida como 'zulema_eg', compartió una anécdota sobre el proceso que vivió para obtener un contrato de trabajo en España, paso clave para legalizar su residencia. Su relato se viralizó al mostrar, con humor y realismo, los obstáculos que atraviesan muchos latinos en España, especialmente quienes trabajan como internas o cuidadoras.
En su historia, Zulema cuenta cómo, tras cumplir tres años en territorio español, decidió pedirle a su empleadora un contrato formal para iniciar su proceso de regularización. La reacción de su entorno fue inesperada: ofertas de trabajo improvisadas, negociaciones en la calle y una competencia tácita entre familias mayores del pueblo. “Parecía que estaban subastando cuidadora”, dijo en el video que ya acumula miles de visualizaciones.
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El contrato soñado que casi no llega
En España, para que un migrante sin papeles pueda regularizarse por arraigo social, debe demostrar tres años de permanencia y contar con un contrato de trabajo vigente. En el caso de Zulema, su estabilidad laboral dependía de la voluntad de “la señora Limón”, una anciana a la que cuidaba desde hacía tiempo y con la que, pese a las diferencias, había construido una relación de compañía.
“Nos peleábamos cada tanto, pero ella estaba sola y yo también”, relató Zulema. Sin embargo, al plantear la necesidad del contrato, su jefa dudó debido al costo: casi 600 euros mensuales por seguridad social, sin contar el sueldo. El primo de la señora, al enterarse, reaccionó con escepticismo: “Tú estás ganando demasiado, ni yo gano eso”, le dijo.
Zulema, lejos de intimidarse, respondió con firmeza: “Si usted quiere, sacamos cuentas, porque otras personas me están ofreciendo más. Y encima, solo por ocho horitas; aquí estoy día y noche”.
Al final, el contrato llegó. Pero con una condición inesperada: el novio de Zulema debía almorzar todos los días con ellas. “La señora quería doble paquete: cuidadora y compañía masculina”, bromeó.
Latinos en España: vínculos, informalidad y resistencia
El caso de Zulema no es aislado. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2024 residían más de 350.000 peruanos en España, muchos de ellos trabajando en el sector doméstico o como cuidadores. Las condiciones laborales de los migrantes latinos suelen estar marcadas por la informalidad, jornadas extensas y dependencia emocional de los empleadores.
Historias como esta exponen una realidad compleja: el cruce entre la necesidad de legalizarse y los vínculos personales que se crean en el camino. “Aunque quería tirarle el cojín por la cabeza, ella me daba fuerzas para seguir adelante”, confesó Zulema en su testimonio.
























