ONU rechaza cambiar el nombre del "Golfo Pérsico" pese a la presión de Estados Unidos
La portavoz de la ONU, Stephanie Tremblay, afirmó que se seguirá utilizando "golfo Pérsico" en documentos oficiales, reviviendo tensiones diplomáticas con Irán.
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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) desestimó el 7 de mayo la propuesta del presidente Donald Trump, para modificar el nombre del "golfo Pérsico" por "golfo de Arabia" o "golfo Arábigo". La solicitud, respaldada por aliados de Estados Unidos en Medio Oriente, fue rechazada por considerarse una alteración de un término históricamente consolidado y utilizado desde hace siglos en documentos oficiales.
La decisión, anunciada por la portavoz adjunta de la ONU, Stephanie Tremblay, reactivó tensiones diplomáticas con Irán, que considera esta iniciativa un acto provocador. "Seguiremos utilizando el término ‘golfo Pérsico’ como lo hemos hecho históricamente en las publicaciones de las Naciones Unidas", afirmó. La declaración fue interpretada como un revés para los planes de Trump.
¿Por qué Donald Trump impulsa el cambio de nombre del golfo Pérsico?
La propuesta de renombrar esta estratégica vía marítima no es nueva, pero cobró renovada fuerza con la postura de Trump, quien afirmó que tomaría una “decisión definitiva” durante su próximo viaje a la región. "Me preguntarán sobre eso cuando llegue allí, y tendré que tomar una decisión. No quiero herir los sentimientos de nadie", sostuvo el mandatario.
Detrás de esta iniciativa se encuentra la intención de reforzar la alianza con potencias del mundo árabe que promueven el uso del término "golfo de Arabia". Sin embargo, analistas internacionales subrayan que los planes de Trump responden más a una estrategia de reposicionamiento geopolítico que a criterios geográficos. Al cambiar la denominación, Estados Unidos reforzaría su distanciamiento de Irán, a quien considera una amenaza directa para sus intereses y los de sus socios en la zona.
El uso del término “golfo Arábigo” se ha popularizado en algunos sectores políticos del mundo árabe, pero carece de respaldo histórico y académico. La Encyclopaedia Britannica y la mayoría de organizaciones hidrográficas reconocen de forma unánime el nombre “golfo Pérsico”.
¿Cómo reaccionó Irán ante los planes de Trump?
Irán respondió con firmeza a los intentos de cambiar el nombre del golfo, considerándolos una afrenta directa a su identidad cultural y su historia milenaria. "Este tipo de declaraciones no solo carecen de base, sino que también representan una distorsión inaceptable de los hechos históricos", expresó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Naser Kanani.
Desde Teherán, el gobierno calificó como una “provocación diplomática” los movimientos de Washington, y acusó a Trump de querer borrar la herencia persa por conveniencia política. La región del golfo Pérsico ha sido foco de disputas y conflictos, por lo que el uso del término correcto también representa un reconocimiento de soberanía simbólica.
Diversas organizaciones culturales y académicas iraníes han convocado jornadas informativas y foros internacionales para reafirmar la legitimidad histórica del nombre. Incluso, se ha planteado elevar una queja formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU si Estados Unidos avanza unilateralmente con el cambio en sus comunicaciones oficiales.
¿Qué implica la decisión de la ONU?
La ratificación del término "golfo Pérsico" por parte de la ONU envía un mensaje claro sobre el respeto a los estándares internacionales y los acuerdos diplomáticos multilaterales. Stephanie Tremblay recalcó que “el uso de la terminología en los documentos oficiales de Naciones Unidas se basa en criterios técnicos, históricos y consensuados”.
La comunidad internacional ha respaldado mayoritariamente esta postura. Incluso países que tienen fuertes lazos con Washington, como Francia o Alemania, se han abstenido de apoyar el cambio propuesto por Estados Unidos. La decisión fortalece la posición de Irán en foros internacionales, mientras deja a Trump en una posición incómoda ante sus aliados, al no haber logrado imponer su narrativa.