Esta es la cárcel que se transformó en hotel: tiene más de 200 años de historia en la ciudad más antigua de Suiza
Conservando las puertas blindadas y pasillos estrechos, el hotel combina historia y diseño moderno, ofreciendo nuevas opciones de hospedaje en una ciudad con más de 5.000 años de historia en Suiza.
- Los 10 apellidos más comunes en Venezuela: el primero de la lista es uno de los más populares en España
- Trump, Maduro y migración: Así se desarrolló el tenso debate entre Jara y Kast antes de las elecciones en Chile

Durante casi dos siglos, la cárcel de Sennhof en Chur, al este de Suiza, funcionó como uno de los centros penitenciarios más estrictos del país. En 2020, cerró sus puertas y, tres años después, reabrió como un hotel turístico que conserva parte de su estética original, pero con un enfoque totalmente renovado. Esta transformación la convirtió en un destino emergente para el turismo en Europa, especialmente para quienes apuestan por viajes en tren y experiencias distintas.
Chur es la ciudad más antigua de Suiza, con más de 5.000 años de historia. A solo diez minutos a pie de su estación central —de donde parte el famoso Bernina Express, uno de los trayectos ferroviarios más espectaculares del mundo— se encuentra ahora el Bogentrakt Hotel, un singular alojamiento que ha despertado el interés de viajeros nacionales e internacionales.
TE RECOMENDAMOS
MÁS PERUANOS CONTRA FUJIMORI: LO QUE SE LE VIENE A KEIKO | LA VERDAD A FONDO CON PEDRO SALINAS
PUEDES VER: Este es el megaproyecto científico en Sudamérica que aviva las tensiones entre China y Estados Unidos

Bogentrakt Hotel: un pasado carcelario con nueva identidad
Antes de su conversión a hotel, el edificio de Sennhof ya había cumplido otras funciones industriales, como lechería y fábrica de jabón. En 1823 fue reconvertido en cárcel, y se mantuvo activa hasta su cierre en 2020, cuando el gobierno del cantón de los Grisones puso en subasta el inmueble.
El inversor Marco Leibundgut presentó el proyecto ganador: transformar el complejo en un espacio turístico con respeto por la memoria arquitectónica. En abril de 2023, el Bogentrakt abrió sus puertas como albergue, manteniendo elementos como puertas blindadas, pasillos estrechos y dimensiones reducidas, pero eliminando las rejas y añadiendo luz natural.
La influencer Cristina Rodríguez, quien vivió la experiencia de hospedarse allí, comentó que "conservan muchos elementos originales, pero ahora todo es mucho más cómodo", destacando la combinación entre diseño minimalista y herencia histórica.
PUEDES VER: El país de América Latina que cautivó a Charles Darwin y donde unos animales pueden vivir más de 100 años

Más que un hotel: un nuevo polo turístico en Europa
El Bogentrakt Hotel ofrece 25 habitaciones y capacidad para 70 huéspedes. Su propuesta se basa en un concepto de alojamiento compartido y austero: no hay televisores ni minibar. En cambio, se prioriza la convivencia en áreas comunes como cocinas, salones y patios interiores, diseñados para fomentar el encuentro social.
Además del hospedaje, el edificio alberga una galería de arte, una floristería, un restaurante y espacios de coworking dentro de la antigua torre de vigilancia. Esta diversidad de servicios lo convierte en un núcleo cultural y creativo dentro del casco antiguo de Chur.
En febrero de 2025, recibió la clasificación oficial de HotellerieSuisse, convirtiéndose en el primer albergue suizo en lograrlo. También fue distinguido con el sello ibex fairstay por su enfoque en la sostenibilidad y el uso de productos locales.
Un destino ideal para viajes en tren por Suiza
La ubicación del hotel lo convierte en una parada estratégica para los entusiastas de los viajes en tren por Europa. Desde Chur parte el Bernina Express, un recorrido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que atraviesa los Alpes hasta llegar al norte de Italia.
Chur, por su parte, es una joya histórica rodeada de montañas y viñedos. Su conexión ferroviaria permite explorar otros destinos turísticos suizos como St. Moritz, Davos o Coira, así como combinar rutas escénicas que cruzan valles glaciares, túneles centenarios y puentes colgantes.
Quienes visitan el Bogentrakt Hotel no solo experimentan una estadía diferente, sino que se sumergen en la historia viva de Suiza. La transformación de esta cárcel en un hotel moderno ofrece un ejemplo de cómo el pasado puede resignificarse sin perder autenticidad.




















