La megaobra en Perú en la que China planea invertir US$ 3.5 mil millones: conectará Brasil y Bolivia con 2 océanos
Esta imponente construcción, que tiene como objetivo fortalecer los lazos económicos entre Sudamérica y China, contará con una extensión de 3.755 kilómetros y conectará el océano Atlántico con el Pacífico.
El tren bioceánico, también conocido como Corredor Ferroviario Bioceánico Central, es la imponente obra que unirá el océano Atlántico con el Pacífico. Este millonario proyecto de megainfraestructura, cuyo principal inversor es la empresa china Cosco Shipping Ports, conectará las ciudades principales de Brasil y Bolivia con el Megapuerto de Chancay, en Perú, y se estima que tendrá un costo de inversión de US$10 y 15 mil millones, perfilándose como el proyecto más costoso de América Latina.
El objetivo principal del tren bioceánico es fortalecer los lazos económicos entre Sudamérica y Asia. Además, la creación de esta ruta comercial reducirá de manera significativa los costos logísticos asociados a las exportaciones e importaciones entre los 3 países sudamericanos con China.
Tren bioceánico, el millonario proyecto que conectará Brasil, Bolivia y Perú con el Atlántico y el Pacífico
Con una extensión de 3.755 kilómetros, el Corredor Ferroviario Bioceánico Central comenzará su recorrido en el Puerto Santos, en Brasil, continuará por el Puerto Suárez, en Bolivia, pasando por las ciudades de Montero y Bulo Bulo, hasta alcanzar el puerto de Ilo y el Megapuerto de Chancay, en Perú.
De esta manera, el tren bioceánico conectará la costa peruana del Pacífico con el Atlántico en Brasil, acortando no solo el tiempo de exportación, sino también los costos logísticos que implica el traslado de las mercancías. Esto beneficiaría a sectores exportadores de productos como minerales y agroindustria. Actualmente, el desarrollo del proyecto del tren bioceánico viene siendo impulsado por el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) en Perú.
Ruta comercial del Tren Bioceánico que conectará Perú, Brasil y Bolivia. Foto: Difusión
¿Qué países integrarán el Corredor Ferroviario Bioceánico Central y cuánto será el costo de inversión?
El Corredor Ferroviario Bioceánico Central se posiciona como el proyecto de mayor envergadura en América Latina, con una inversión estimada entre 10.000 y 15.000 millones de dólares. En Perú, China aspira a convertirse en el principal financiador de esta ambiciosa megainfraestructura con una inversión de US$ 3.5 mil millones.
Este tren bioceánico no solo facilitará la conexión entre dos océanos, sino que también integrará a diversas naciones sudamericanas que actualmente carecen de un sistema ferroviario moderno. La iniciativa busca fortalecer la cooperación política y económica entre Brasil, Bolivia, Perú y, potencialmente, Chile, promoviendo así una mayor integración en la región.
¿Qué tan importante es el mercado chino en el Perú?
El mercado chino es cada vez más importante para Perú, tanto en términos comerciales como económicos. A continuación, se presentan algunos puntos clave de su relevancia:
Comercio bilateral: China es uno de los principales socios comerciales de Perú. En 2023, China fue el segundo socio comercial más grande del país, solo después de Estados Unidos. El intercambio de productos ha aumentado notablemente, especialmente en minerales, como el cobre, que es uno de los principales productos de exportación de Perú a China. Además, China importa productos peruanos como alimentos, pescado y frutas, entre otros.
Inversiones: Las inversiones chinas en Perú también han sido significativas, especialmente en sectores como la minería, infraestructura y energía. Empresas chinas han adquirido importantes minas de cobre y otros recursos naturales, y están realizando inversiones en grandes proyectos de infraestructura, como la construcción de puertos, carreteras y ferrocarriles.
Proyectos de infraestructura: Como parte de la iniciativa "La Franja y la Ruta", China ha promovido proyectos de infraestructura en Perú, con el objetivo de mejorar la conectividad y fomentar el comercio entre ambos países. Esta iniciativa se alinea con los intereses de Perú en mejorar su infraestructura para apoyar el crecimiento económico.
Turismo y cultura: La comunidad china en Perú, aunque es pequeña en términos relativos, ha dejado una huella significativa en la cultura peruana. La migración china ha influido especialmente en la gastronomía, con la fusión de la cocina china y peruana que dio origen a la comida chifa, muy popular en el país. Además, el turismo chino está en crecimiento, con un aumento de viajeros chinos interesados en explorar Perú, especialmente la ciudad de Machu Picchu.
Desafíos y oportunidades: A pesar del crecimiento de la relación comercial, existen desafíos en cuanto a la competencia con productos chinos en el mercado local, la dependencia de la exportación de recursos naturales y la necesidad de diversificar la economía peruana para no depender exclusivamente de China. Sin embargo, el mercado chino sigue siendo una fuente clave de oportunidades para las empresas peruanas.
En resumen, el mercado chino es vital para Perú, especialmente en comercio, inversión y proyectos de infraestructura, lo que plantea tanto grandes oportunidades como desafíos para el país.
Los desafíos que se presentarán ante el avance de las inversiones chinas
La influencia de China en Perú ha crecido enormemente en las últimas dos décadas, con inversiones que superaron los 30,000 millones de dólares entre 2000 y 2024, principalmente en minería, energía y puertos. Empresas como Shougang y MMG han sido clave en minería, mientras que China Three Gorges y Enel impactan el sector energético. China es ahora el principal socio comercial de Perú, con exportaciones que representaron el 32% del total en 2024, principalmente de minerales.
El Tratado de Libre Comercio (TLC) actualizado refuerza esta relación, mientras que el puerto de Chancay facilitaría el comercio con Asia, especialmente con Brasil. Sin embargo, existen preocupaciones sobre condiciones laborales, estándares ambientales y soberanía, debido a que las empresas chinas no priorizan estos temas. A pesar de los beneficios, la relación plantea desafíos en sostenibilidad y soberanía, que deben gestionarse adecuadamente.
