La isla de Sudamérica donde la mayoría de sus habitantes tienen ojos azules: los 'vikingos' de América
En esta isla los visitantes pueden disfrutar de playas vírgenes, practicar snorkel, realizar caminatas para explorar la flora y fauna, y sumergirse en las tradiciones locales.
En un rincón remoto de Sudamérica, la isla Mulatos destaca por sus habitantes de ojos azules y piel clara, apodados 'vikingos'. Este artículo explora su historia, cultura y cómo visitarla. Ubicada en la costa del océano Pacífico, la isla es un fenómeno genético que desafía la diversidad étnica de Colombia. Con una población que se asemeja a las comunidades nórdicas, este lugar es un atractivo tanto para científicos como para turistas.
A pesar de su aislamiento, la comunidad ha mantenido sus tradiciones y un estilo de vida único. La isla, que alberga aproximadamente 600 residentes, se dedica principalmente a la pesca y la construcción de barcos. Su entorno natural, caracterizado por aguas cristalinas y vegetación exuberante, ofrece un refugio a quienes buscan escapar del bullicio de la vida moderna.
El trayecto de Colomia a la isla Mulatos ofrece un encuentro con una cultura y una naturaleza intactas. Foto: Booking.com.
Un vistazo a la historia de la isla Mulatos
La historia de la isla Mulatos se remonta a más de 200 años, cuando un grupo de europeos llegó y decidió establecerse en este remoto lugar. Desde entonces, la comunidad ha mantenido un hermetismo cultural, evitando mezclarse con las poblaciones afrodescendientes e indígenas cercanas. Sin embargo, en las últimas décadas, este aislamiento ha comenzado a disminuir, permitiendo una apertura hacia el turismo y la influencia externa.
Los residentes de la isla Mulatos son conocidos por sus ojos azules o verdes, piel clara y cabello rubio. Este rasgo genético distintivo se atribuye a los primeros pobladores europeos, quienes aparentemente eran de ojos claros. A pesar de la creciente influencia externa, la comunidad sigue conservando sus tradiciones y un modo de vida que refleja su historia compartida.
Los habitantes de isla Mulatos tienen un profundo respeto por su tierras. Foto: semana.com
La vida cotidiana en la isla
La vida en la isla Mulatos transcurre al ritmo de la naturaleza. Los 'vikingos del Pacífico' viven en armonía con su entorno, dedicándose a la pesca y la agricultura con métodos heredados de generaciones. La comunidad se caracteriza por un fuerte sentido de identidad y conexión con su tierra y mar, lo que les permite enfrentar los retos modernos, como el cambio climático y el turismo incipiente.
Acceder a la isla Mulatos no es tarea fácil. Se requiere un viaje por mar desde la costa colombiana, lo que ofrece la promesa de un encuentro con una cultura y naturaleza prácticamente intactas. Los visitantes son recibidos por paisajes de ensueño y una comunidad que, a pesar de su aislamiento, acoge con calidez a quienes se aventuran a conocer su hogar.
Una de las hipótesis señala que un barco de vikingos desembarcó en las cercanías de la isla de Mulatos. Foto: RTV.
Actividades para los visitantes
Los visitantes de la isla Mulatos pueden disfrutar de diversas actividades, como explorar sus playas de belleza prístina, practicar snorkel en aguas cristalinas y realizar caminatas para observar la flora y fauna local. Además, tienen la oportunidad de conocer de cerca las tradiciones de la comunidad isleña al participar en sus actividades diarias, aprendiendo sobre su rica historia.
Un futuro sostenible para la isla
A pesar de haber iniciado un proceso de apertura turística, la isla Mulatos se mantiene fiel a su deseo de no sobrecargar su entorno natural. La comunidad regula la cantidad de visitantes y promueve un turismo que respeta su ecosistema y cultura. Las opciones para visitar incluyen viajes en barco desde Buenaventura o Tumaco, o vuelos hasta Guapi seguidos de un trayecto en lancha.
La isla Mulatos es un reflejo de las historias únicas y la diversidad cultural que caracterizan a Colombia, ofreciendo una ventana a una comunidad que ha sabido mantener sus tradiciones y características distintivas a través de los siglos.