El papa genera incomprensión al hablar del rol de las mujeres en la Iglesia y la sociedad
Estudiantes leyeron una carta denunciando la invisibilidad de las mujeres y cuestionaron la postura del pontífice sobre la homosexualidad y la igualdad de género en la Iglesia.
El papa Francisco fue duramente cuestionado este sábado sobre el papel de las mujeres en la Iglesia y la sociedad, y su respuesta provocó decepción e incomprensión entre fieles y en la Universidad belga que organizó el encuentro.
Los estudiantes leyeron una carta que evocaba esos temas durante la visita de Francisco a la Universidad Católica francófona de Louvain-la-Neuve.
"La invisibilidad de las mujeres en las dimensiones interseccionales de los ministerios eclesiales, la justicia social y el pensamiento tiene consecuencias en la forma en que vivimos la transición ecológica", expresaron los alumnos.
"La llamada al desarrollo integral nos parece incompatible con las posiciones sobre la homosexualidad y con el lugar de la mujer en la Iglesia católica", señalaron.
En su respuesta, Francisco afirmó que "la Iglesia es una mujer", y añadió que "lo que caracteriza a las mujeres, lo que es femenino, no está determinado por consensos ni ideologías".
Después de la visita, la Universidad emitió un comunicado de prensa para expresar que "deplora las posiciones conservadoras" del papa sobre el papel de las mujeres en la sociedad.
En su discurso, Francisco afirmó que "la mujer es acogida fecunda, cuidado, entrega vital", en una frase que la Universidad Católica consideró una "posición reduccionista".
Por ello, la Universidad expresó su "incomprensión y desaprobación por la posición expresada por el papa Francisco con relación al papel de la mujer en la Iglesia y en la sociedad".
- "Estamos en shock" -
"Estamos en shock", dijo la estudiante Valentina Hendrix, de 22 años, para quien Francisco "nos reduce el rol de tener hijos, ser madres, esposas, todo aquello de lo que queremos emanciparnos".
El climatólogo Jean-Pascal van Ypersele afirmó que Francisco "no estuvo a la altura de las circunstancias".
"Responder que la Iglesia es una mujer es realmente evitar el nudo de la pregunta sobre el respeto de la Iglesia por las mujeres y su papel en la institución y en la sociedad", comentó.
Durante la jornada, Francisco visitó la tumba del rey belga Balduino, fallecido en 1993 y quien se negó a firmar la ley que despenaliza el aborto en Bélgica.
En presencia del rey belga, Felipe, y de la reina Matilde, Francisco elogió el "coraje" del soberano que decidió "dejar su cargo de rey para no firmar una ley asesina", según afirmó.
En 1990, opuesto a un proyecto de ley que despenalizaba el aborto, Balduino se declaró "incapacitado de reinar" durante varios días, mientras el Parlamento aprobaba el texto.
Según el Vaticano, Francisco también invitó a los belgas a seguir el ejemplo del rey Balduino" y dijo esperar que la causa para su beatificación sea exitosa.
- Discusión sobre agresiones -
En la mañana, el papa participó en un encuentro con religiosos en la gigantesca basílica del Sagrado Corazón, durante la que fue cuestionado sobre los casos de violencia sexual en el ámbito de la Iglesia belga.
Mia De Schamphelaere, representante de centros de acogida para víctimas de violencia sexual en la región belga de Flandes (norte, de habla flamenca), preguntó directamente al pontífice sobre este controvertido asunto.
"¿Cómo puede la Iglesia ver, reconocer y aprender de las heridas de los supervivientes? ¿Cómo podemos construir una cultura eclesial en la que todos, jóvenes y mayores, hombres y mujeres, se sientan seguros y protegidos?", preguntó.
En su respuesta, el papa enfatizó la importancia de escuchar "el sufrimiento de las víctimas", para (...) "hacerles sentir nuestra cercanía y ofrecerles toda la ayuda posible, para aprender de ellos a ser una iglesia que sirve a todos sin dominar a nadie".
"Una de las raíces de la violencia es el abuso de poder, cuando utilizamos los roles que tenemos para aplastar a otros o manipularlos", acotó el pontífice.
En la tarde del viernes, Francisco mantuvo una reunión reservada, a puerta cerrada, con 17 víctimas de agresiones sexuales en la iglesia belga.
Su viaje a Bélgica finalizará el domingo con una misa en el estadio Rey Balduino, en Bruselas, donde se esperan unos 35.000 fieles.
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