Mundo

La leyenda del pan de Toni: la historia que develaría el origen del panetón, el clásico postre de Navidad

Con la llegada de la Navidad y el Año Nuevo, uno de los productos más consumidos en todo el mundo es el panetón. Así es como se habría inventado en Milán del siglo XV.

Si bien se estima que el panetón fue inventado en Milán, Italia, hay varias teorías sobre cómo habría sido creado. Foto: composición LR/ Dreamstime
Si bien se estima que el panetón fue inventado en Milán, Italia, hay varias teorías sobre cómo habría sido creado. Foto: composición LR/ Dreamstime

El panetón, aquel bizcocho relleno de frutos secos, confitados o pasas, es uno de los principales postres de la Navidad, convirtiéndose casi en infaltable en las mesas alrededor del mundo y de países como Perú. Aunque sus orígenes datan de Italia, no es preciso como surgió, puesto que existen distintas historias que han buscado darle una explicación. Una de las más conocidas es la leyenda del pan de Toni.

La leyenda del pan de Toni o pan di Tini

Según cuenta la leyenda, el panetón fue creado en el 1490, cuando Ughetto Atellani de Futi, un joven aristócrata de Milán, se enamoró de Algisa, la hija de un pobre pastelero llamado Toni.

Con la meta de conquistar a la joven, Ughetto se hizo pasar por un aprendiz en pastelería. De esta manera, creó un bizcocho dulce en forma de cúpula, el cual le propuso comenzar a comercializarlo y así generar ganancias.

Una de las leyendas italianas indica que Ughetto degli Atellani creó el panetón. Foto: La Vigna di Leonardo

Una de las leyendas italianas indica que Ughetto degli Atellani creó el panetón. Foto: La Vigna di Leonardo

En poco tiempo, el pan de Toni se popularizó y pasó a llamarse panettone. Tras el éxito obtenido, Ughetto consiguió conquistar a Algisa y se casaron.

De acuerdo con la periodista italiana Simona Recanatini, durante el XV, los panaderos tenían prohibido producir pan “de los ricos”, con excepción de Navidad. No fue hasta finales del siglo XVIII cuando la República Cisalpina, que tenía como capital Milán, fomentó la apertura de las panaderías y pastelerías para la venta de panetones a todos los ciudadanos.

Una solución llamada panetón

Otra de las historias relacionadas con la creación del panetón es la de Toni, un camarero que salvó la cena de Ludovico II Moro, señor de Milán de 1494 a 1500. Luego de que el postre destinado para la velada se quemara, el también lavaplatos propuso reemplazarlo con un pan dulce que había preparado con lo que encontró en la despensa: harina, mantequilla, azúcar y pasas secas.

Los comensales reaccionaron de manera positiva a este, solicitando conocer al joven detrás de su creación, por lo que le dijeron que se trataba del pan de Toni, por lo que pasó a conocerse como panettone.