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¿Cómo el Monopoly fue decisivo para salvar vidas en la Segunda Guerra Mundial?

Ante el envío masivo de prisioneros de guerra a los campos de concentración, el servicio de inteligencia británico solicitó el apoyo de la creación de un kit especial, el cual sería determinante en plena contienda.

Se diseñaron cajas especiales de Monopoly que poseían dentro diferentes objetos en miniatura que serían útiles para los prisioneros a la hora de su escape. Foto: Composición LR/AFP.
Se diseñaron cajas especiales de Monopoly que poseían dentro diferentes objetos en miniatura que serían útiles para los prisioneros a la hora de su escape. Foto: Composición LR/AFP.

Durante la década de los 40, en plena Segunda Guerra Mundial, Alemania tenía como prisioneros de guerra a miles de soldados de diferentes naciones, entre ellos, británicos, los cuales fueron capturados y encarcelados en campos de concentración nazis sin posibilidad de salir o escapar.

Ante ello, el servicio de inteligencia británico, al mando de Norman Crockatt, con la colaboración de Clayton Hutton planificaron una de las estrategias más hábiles y mejor ejecutadas que se vieron en aquella época para ayudar a escapar al mayor número de cautivos de guerra posible.

El Monopoly en la Segunda Guerra Mundial

La periodista estadounidense Mary Pilon asegura este hecho en su último libro, “The Monopolist”, donde cuenta detalladamente la historia de este juego de mesa y cómo contribuyó a los aliados durante la Segunda Guerra Mundial.

Pilon documentó que en el año 1941 Hitler determinó que era necesario extender varias cárceles y campos de concentración, como el de Auschwitz, con el fin de albergar a más reclusos.

Ante la masiva deportación de prisioneros ingleses a estos campos de concentración, los británicos decidieron actuar inteligentemente y solicitaron apoyo a la empresa Waddingtons, la encargada de fabricar el Monopoly en esa época. Por tal motivo la mencionada empresa creó un kit especial.

¿Cómo Monopoly ayudó a los británicos?

El servicio de inteligencia británico tuvo la gran idea de camuflar dentro de los tableros del popular juego de mesa, Monopoly, mapas y todo tipo de cosas con el objetivo de ayudar a aquellos quienes se encontraban presos.

Pero para que el plan funcionara, el Gobierno británico se basó en los convenios de Ginebra, los cuales decretaban que los prisioneros de guerra podían recibir juegos que les ayudara a resistir el largo encierro al que eran doblegados.

Una vez aprobado dicho tratado, Hutton se encargó de diseñar cajas especiales de Monopoly que poseían dentro diferentes objetos en miniatura, tales como brújulas del tamaño de una canica, pequeñas limas, sierras, cuchillos y demás utensilios en los que también se escribían acertijos y pistas, por lo que se pensó les serían útiles.

Incluso, introdujeron auténticos billetes alemanes, franceses e italianos entre el falso dinero del popular juego de mesa. Pero lo más notable que creó Hutton fueron los mapas de seda, ya que este material era más resistente que el papel. Además, estos contenían un plano con los lugares a donde ir una vez los soldados decidan fugarse.

Por último, la planificación logró su cometido y alrededor de 15.000 soldados de guerra escaparon de los diferentes campos de concentración nazis gracias a la inteligencia de Norman y Hutton al saber usar al famoso juego Monopoly.

“Me ayudó mucho a nivel espiritual saber que había gente en Inglaterra que se preocupaba por mí y trataba de ayudarme”, narraba más adelante un soldado británico identificado como John Powell Davies, refiriéndose a la curiosa misión del Monopoly, y quien se encontraba en ese momento por meses en una prisión de máxima seguridad.