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“Nunca hay que bajar los brazos”: vendedor ambulante se graduó de abogado a los 51 años

El padre soltero se levantaba todos los días a las 4.30 a. m. para estudiar sus clases virtuales mientras sus hijos dormían. “Para triunfar en la vida hay que trabajar y estudiar”, contó.

Carlos Correa tiene 51 años y vive con sus 2 hijos en Rosario de la Frontera, provincia de Salta. Foto: TN
Carlos Correa tiene 51 años y vive con sus 2 hijos en Rosario de la Frontera, provincia de Salta. Foto: TN

Una admirable historia de superación se dio a conocer en Argentina: un vendedor ambulante y padre soltero de dos niños se graduó de la carrera de Derecho a sus 51 años. “Nunca hay que bajar los brazos”, contó Carlos Correa a TN.

Correa logró titularse tras 22 años de dificultades que tuvo que superar con mucho esfuerzo, incluso levantándose todos los días a las 4.30 de la madrugada para estudiar y luego llevar a sus hijos al colegio.

Luego se iba a vender cartones de bingo en la esquina 20 de febrero y Figueroa Alcorta. “Soy creyente y sé que Dios me ayudó muchísimo. Por supuesto, yo hice mi parte, me esforcé un montón y estoy muy orgulloso de eso. A mis hijos les enseño que para triunfar en la vida hay que trabajar y estudiar”, añadió.

Las clases las tomaba de manera virtual a través de su teléfono, hasta que un amigo le prestó una computadora. “Le tengo que dar unas gracias, enorme a mi amigo, porque la computadora que me dio me ayudó muchísimo en el estudio. En el último examen me saqué un 5, no es una muy buena nota, pero me alcanzó para recibirme con un promedio de 6″, explicó orgulloso.

“Nunca hay que bajar los brazos”: vendedor ambulante se graduó de abogado a los 51 años

Actualmente, la situación económica de Carlos no es buena y las necesidades son muchas, pero “el título ahora me va a servir para ponerlo en el Currículum", contó. Foto: TN

Ser abogado fue un sueño postergado

Carlos empezó a estudiar la carrera de Derecho en el año 2000 en Tucumán, pero tuvo que dejarla porque no conseguía trabajo para sustentarse en esa ciudad y volvió a Salta para ayudar a su padre en un negocio familiar.

Después de esto nacieron sus hijos, los cuales quedaron a su cuidado tras divorciarse de su pareja, por lo que su sueño de convertirse en abogado debió ser postergado hasta el día de hoy.

Años después, el negocio de su padre quebró, por lo que él tuvo que ingeniárselas para conseguir dinero y mantener a sus hijos.

Situación actual

Actualmente, la situación económica de Carlos no es buena y las necesidades son muchas, pero “el título ahora me va a servir para ponerlo en el Currículum y poder conseguir un trabajo en blanco. Por suerte a mis hijos no les falta nada”, señaló.

Con el sueldo que gane, espera hacerle varios arreglos a su casa y comprarse una refrigeradora. El padre de familia aún no sabe a qué rama del Derecho se va a dedicar, pero sueña que en un futuro no muy lejano coloque su propio estudio jurídico.