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El año más cruento: ¿cuánto aumentó la violencia de género y feminicidios en la región?

La situación de las mujeres y las niñas se ha visto agravada durante el confinamiento y las restricciones de movilidad dispuestas por los países frente al COVID-19, que limitaron su acceso a redes de apoyo y servicios de atención, según Cepal.

Foto: AFP
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Por: Yolanda Roca (*)

Cada dos horas aproximadamente, una mujer es asesinada solo por el hecho de ser mujer en América Latina, 137 mujeres son asesinadas cada día en el mundo por un miembro de su familia, y dos de cada tres asesinatos son cometidos por las parejas o familiares; el hogar resulta siendo el lugar más inseguro para nuestras mujeres.

Perú no es la excepción: el espacio más peligroso para las mujeres, que en su mayoría se encuentran en edad fértil (18-25 años), es su propio hogar.

A nivel regional, teniendo en consideración información proporcionada por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe y la CEPAL, al menos 4.555 mujeres fueron víctimas de feminicidio si se toma en cuenta la información oficial para 15 países de América Latina y tres del Caribe. En pleno 2021, se estima que en México 10 mujeres son asesinadas a diario y 26 mujeres y niñas desaparecen.

En Brasil, una mujer es asesinada cada nueve horas. Países como Argentina, Colombia, Ecuador, Uruguay, Paraguay y Chile suman a la larga lista de feminicidios.

En el país, en lo que va del año, según datos de la Defensoría del Pueblo, se van registrando 132 feminicidios, 4% más que en el año 2020. Lima es en donde se concentra un tercio de la población, y le sigue Arequipa, La Libertad y San Martín. Cabe resaltar que sólo el 43% de los autores de estos feminicidios se encuentran en prisión preventiva.

¿Dónde están los demás criminales? Escondidos, porque la impunidad a todo nivel sigue reinando en nuestros países. Esta es una de las razones por la cual se dificulta el acceso a la justicia de las verdaderas víctimas: nuestras mujeres desprotegidas y abandonadas, a merced de sus victimarios.

Para superar la violencia por razones de género cuya expresión más nociva es el feminicidio, se requiere abordar y trabajar directamente los patrones culturales machistas, fortalecer las Políticas Públicas con aumento de recursos fiscales y presupuestales.

La situación de las mujeres y las niñas se ha visto agravada durante el confinamiento y las restricciones de movilidad dispuestas por los países frente al COVID-19, que limitaron su acceso a redes de apoyo y servicios de atención, plantea la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Es al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables que le corresponde, como ente rector, fortalecer la Estrategia Nacional de Prevención para reducir los hechos de violencia de género. Cabe mencionar que la voluntad política de los gobiernos es transcendental. Necesitamos líderes y lideresas a los que les importe trabajar a mediano plazo para lograr la tan esperada equidad de género entre ciudadanos y ciudadanas en todos los campos del desarrollo social.

No es una utopía, pero sí se necesita trabajar sobre indicadores y metas claramente establecidas para un diferente período de espacio y tiempo. Por otro lado, la Defensoría del Pueblo insta a crear una articulación necesaria, así como registros unificados que se actualicen permanentemente para poder mejorar la información de estos casos.

Es importante señalar el trabajo realizado por las organizaciones feministas, colectivos y otros cuando los Estados no están dando las respuestas necesarias para poner fin a la violencia de género. Estos movimientos trabajan en muchos países a través de Proyectos sociales y productivos empoderando al género vulnerado, en este caso a las mujeres.

(*) Socióloga especialista en temas de género.