Joven murió ahogado por intentar salvar a un perro en Argentina: “Se tiró al agua con el corazón”
Franco Pokrajac, de 20 años, no dudó en arriesgar su vida cuando notó a la mascota atrapada en un canal de agua en la provincia de Mendoza. Su madre intentó detenerlo, pero no lo consiguió.
Gran conmoción se vivió en Mendoza, Argentina, por la muerte de Franco Pokrajac, un joven de 20 años que no dudó en arriesgar su vida con tal de salvar a un perro en peligro. El sábado 18 de septiembre, Pokrajac transitaba en auto junto con su madre cuando escuchó los gritos de auxilio de una pareja de adultos mayores. Su mascota había caído en un canal de regadío.
De inmediato, el joven descendió del auto y se lanzó al agua del canal Cacique Guaymallén. La fuerza de la corriente pudo más que Franco, por lo que fue arrastrado y encontrado muerto luego. La madre, Betina Malovini, intentó detenerlo sin éxito. Al verlo ya en el agua, se arrojó tras él, pero fue demasiado tarde. Con gran dolor narró días después lo sucedido.
Franco Pokrajac, quien era voluntario en la ONG Misión Animal, “se tiró sin dudarlo” porque guardaba “un amor único por los animales”, contó su madre para Canal 9 Televida Mendoza. “Él no era de este mundo. Siento orgullo. Sé que está en el cielo, haciendo alguna otra misión”, aseguró Betina Malovini este martes 21 de septiembre.
El joven recientemente fallecido estudiaba para ser auxiliar de Farmacia y se preparaba para comenzar la carrera de Bromatología en la Universidad Nacional de Cuyo. Los familiares de Franco Pokrajac relataron que antes ya había rescatado a decenas de animales en la calles, de los cuales cuatro eran sus mascotas. Una situación muy distinta a la vivida en Independencia a mediados de agosto, cuando vecinos denunciaron que un perro era maltratado por sus dueños.
“Un día regresó y dijo ‘mira lo que encontré, mami’. (Era) un perro ciego y sordo que había encontrado en la acequia”, recordó Betina ante la prensa. A fines de agosto, otro hombre se hizo conocido por buscar incansablemente a su mascota extraviada. “Muchas veces volvía sin zapatillas porque las había regalado” a personas más necesitadas, recordó el padre, Gastón Pokrajac.