Grecia inaugura primer campo para migrantes pese a rechazo de las ONG
Entidades que velan por los derechos humanos se han pronunciado en contra de las modalidades restrictivas de los recintos, que estarán rodeados por doble alambrado y tendrán las entradas y salidas controladas.
Este sábado 18 de setiembre, el Gobierno de Grecia inauguró el primer campo para migrantes, ubicado en la isla griega de Samos cerca a las costas de Turquía. El recinto cuenta con más de 12.000 metros cuadrados y está rodeado por una doble fila de alambrados. Según han informado las autoridades, el lugar será “cerrado y con los accesos controlados”.
Asimismo, el campo para migrantes contará con alta seguridad: los accesos al campo están protegidos con cámaras de vigilancia, escáneres con rayos X y puertas magnéticas en la entrada. Además, tendrá un protocolo estricto, donde los migrantes solo estarán autorizados a salir del campo solo entre 8.00 a. m. y 8.00 p. m. mediante autobuses especiales. Si no retornan a la hora indicada, se aplicarán medidas disciplinarias.
Los campamentos estarán rodeados con alambres de púas. Foto:difusión
Esta nueva modalidad ha desatado la preocupación y el rechazo de diferentes asociaciones defensoras de los derechos humanos. La Amnistía Internacional expresó su inquietud por la estructura que tendrán los campos, que se ubican en lugares aislados y que tiene reglas que restringen los movimientos de sus residentes. Pese a esto, la Unión Europea (UE) confirmó que invertirá aproximadamente 326 millones de dólares en la construcción de cinco campos más ubicados en las islas de Leros, Lebos, Cos, Samos y Quíos.
De igual forma, el reciente aperturado centro de Samos recibirá el lunes a más de 300 solicitantes de asilo procedentes del otro centro Vathy, que tendrán que registrar sus huellas digitales y adquirir pases electrónicos durante su estadia en el recinto. En esa línea, las autoridades han informado que el lugar servirá también como proyecto piloto para la construcción de los próximos centros para migrantes, como el de la isla Leros, previstos para inaugurarse en cinco meses.