Sergio Ramírez: Regresar a Nicaragua supondría la cárcel y, por lo tanto, la muerte
El escritor nicaragüense aseguró que su “exilio forzado” y el saber que tiene las puertas cerradas “por una dictadura enemiga de los libros” es lo más duro que podría vivir.
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, de 79 años, contra el que la Fiscalía de su país dictó una orden de detención, afirmó este lunes 13 de setiembre en Madrid (España) que regresar a Nicaragua supondría la cárcel y, por lo tanto, la muerte para él, por la falta de cuidados médicos: “Ellos son muy despiadados”, expresó.
El escritor depositó un legado in memorian de Rubén Darío en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, un acto en el que ha estado acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, que le garantizó que puede “contar con España y con el Gobierno de España en estos momentos difíciles” frente a unas acusaciones absolutamente infundadas por parte de la Fiscalía nicaragüense.
Ramírez, Premio Cervantes 2017, quien fue vicepresidente durante el primer Gobierno sandinista (1979-1990) y ahora es crítico con el presidente Daniel Ortega, fue acusado por la Fiscalía de “realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia”.
El escritor agradeció todos el apoyo que está recibiendo estos días. Asimismo, sostuvo que este “exilio forzado” y el saber que tiene las puertas cerradas “por una dictadura enemiga de los libros” es lo más duro que podría vivir. “Estoy siendo perseguido porque escribí una novela que desnuda atropellos, violaciones y asesinatos de decenas de jóvenes en 2018 y esa es la verdadera razón”, agregó.
Se trata de la novela negra Tongolele no sabía bailar, que la editorial Alfaguara publicará el próximo 16 de septiembre. Allí, el autor habla del fin del sueño de la revolución y que, según explicó, ha sido el “detonante” de esta situación.
En declaraciones a los periodistas tras depositar el legado en la Caja de las Letras, en el que también ha estado el escritor cubano Leonardo Padura, y el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, Ramírez indicó que no puede estar preso sin cuidados médicos: “Y ellos son muy despiadados. Hay prisioneros que pasan las 24 horas con la luz encendida, otros en celdas de aislamiento”.
También recordó que Somoza le impuso una pena de prisión por delitos muy parecidos, incitación al terrorismo, asociación ilícita para delinquir, “y yo regresé a enfrentar las acusaciones a Nicaragua y Somoza no se atrevió a meterme en la cárcel, pero yo tenía entonces 30 años. Esa es la pequeña diferencia”.
Él está convencido de que ahora, debido a que le imputan ocho cargos criminales, lo que puede esperar es “pasar del aeropuerto al centro de detención del Chipote, que es un lugar temible”.
El escritor, Premio Cervantes, quien tiene también la nacionalidad española, se encuentra en compañía de su esposa Tulita. Explicó que ahora buscará cómo “acomodar” su vida al exilio. Por el momento, están en Costa Rica, donde vivió anteriormente durante 14 años.
Otras opciones, contó el literato, son que se quede a vivir en España o en México. Aún vivirá en territorio español porque tiene actividades literarias programadas y una ronda de actos con el Instituto Cervantes.
Ramírez agradeció al ministro de Asuntos Exteriores español su respaldo y dijo sentirse “verdaderamente abrumado” por la cantidad apoyo que recibió.