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Periodista de CNN en Kabul habla cara a cara con un terrorista del ISIS-K, enemigo de los talibanes

“Cuando todo el mundo abandone Afganistán, iniciaremos nuestras operaciones”, le dijo a la reportera Clarissa Ward un líder de la agrupación responsable de los últimos atentados en Kabul.

Este grupo terrorista se atribuyó la responsabilidad del mortífero atentado en las afueras del aeropuerto de Kabul. Foto: captura de CNN
Este grupo terrorista se atribuyó la responsabilidad del mortífero atentado en las afueras del aeropuerto de Kabul. Foto: captura de CNN

Clarissa Ward, corresponsal de CNN en Kabul, logró conversar cara a cara con un líder del Estado Islámico de la Provincia de Jorasán (ISIS-K), el más extremo y violento de todos los grupos militantes yihadistas que operan en Afganistán.

Este grupo terrorista se atribuyó la responsabilidad del atentado en las afueras del aeropuerto de Kabul, en el que murieron 13 soldados estadounidenses y más de 90 afganos.

Fundado en 2015 por talibanes pakistaníes alejados del grupo, es más pequeño, más nuevo y adopta una visión más extrema del islam que los talibanes, que acaban de derrocar el gobierno afgano respaldado por Estados Unidos tras una sangrienta campaña de dos décadas, recoge The New York Times.

Recluta tanto a yihadistas afganos como paquistaníes, especialmente desertores de los talibanes afganos que no ven su propia organización como “suficientemente extremista”.

En particular, el ISIS-K antagonizó con los talibanes, y los dos grupos se han disputado el territorio, en particular en el oriente de Afganistán. Desde 2017, dicen los expertos, esta agrupación terrorista ha sido responsable por unos 250 enfrentamientos con las fuerzas de seguridad de Estados Unidos, Afganistán y Pakistán.

Un comandante de alto rango, quien dijo tener a cargo a 600 hombres, fue contactado por Clarissa Ward dos semanas antes del mortífero atentado en Kabul. El portavoz aseguró a la reportera que el grupo mantenía un perfil bajo a la espera de su momento para comenzar a operar.

El encuentro fue un hotel de la capital afgana. El líder, radicado en Kunar —el corazón de las operaciones del grupo terrorista—, pidió ser identificado como Abdul Munir.

“Si alguien se lleva bien con nosotros, será nuestro hermano, de lo contrario le declaramos la guerra, ya sea talibán o cualquier otra persona”, aseguró en la entrevista con CNN.

También mencionó que ha llevado a cabo ejecuciones públicas y atentados suicidas con bombas, y que “en varias ocasiones” enfrentó a las fuerzas estadounidenses. “En Kunar llevaron a cabo ataques aéreos. Los hemos enfrentado con muchos tiroteos”, detalló.

Foto: AFP

Foto: AFP

El comandante indicó finalmente que por ahora el grupo se ha dedicado al reclutamiento. “Cuando los extranjeros y las personas del mundo abandonen Afganistán, iniciaremos nuestras operaciones”, zanjó.

Casi 100 países se comprometieron este domingo a hacer que los talibanes cumplan su promesa y permitan la salida de aquellos que lo deseen, una vez que las tropas estadounidenses abandonen Kabul en cumplimiento con la fecha límite para la retirada del 31 de agosto.

Este compromiso aparece en una declaración conjunta distribuida por el Departamento de Estado en Washington y que firmaron 95 naciones, incluida España, además del alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.