Columna del NYT alude que Fujimori violenta los comicios y sataniza la alternancia política
Artículo en The New York Times pone a Perú como ejemplo de lo que pasaría en otras naciones de Latinoamérica si el “cambio político” se asocia a “las catástrofes y a la histeria”.
Una columna publicada este martes 29 de junio en The New York Times, el diario más importante de Estados Unidos, pone el conflicto originado en Perú tras la segunda vuelta como ejemplo “emblemático” de lo que “ocurre o puede ocurrir en un grupo de países” de Latinoamérica.
En clara alusión a la táctica de Keiko Fujimori, el texto titulado América Latina: la fragilidad democrática señala que “la denuncia de fraudes invisibles, la descalificación o el ataque desde el poder a los tribunales electorales, son también maneras de violentar los procesos comiciales, de socavar la ya frágil institucionalidad de nuestras naciones”.
El autor, Alberto Barrera Tyszka, cita las palabras que la candidata pronunció durante su última vigilia —“Queremos saber la verdad”― “atizando la desconfianza” al denunciar, sin pruebas, un fraude en las urnas.
“Invocar estas grandes causas, actuar como si el país estuviera frente a un cisma definitivo en la historia, es una parte fundamental del conflicto —señala el artículo del Times―. En Latinoamérica, cada vez con más frecuencia, la alternancia política es presentada y percibida ya no como una forma natural de la vida democrática sino como un trágico apocalipsis”.
Según expone Barrera Tyszka, no “se trata de algo gratuito”, pues “Hugo Chávez (expresidente venezolano) convirtió su popularidad en una moderna forma de tiranía, mostrando que era posible llegar democráticamente al poder para —desde ahí— destruir a la democracia”, mientras que Daniel Ortega, gobernante de Nicaragua, “ha terminado imponiéndose a sangre y fuego como un dictador en su país”.
“Con las dificultades de cada caso, la alternancia política sin embargo se ha mantenido en países como Brasil, Argentina, Ecuador, México, incluso de alguna forma en Bolivia. Y Nayib Bukele en El Salvador demuestra que la tentación autoritaria no es un problema ideológico”, evalúa el narrador y ensayista venezolano.
“Cuba, Venezuela y Nicaragua, en rigor, siguen siendo casos aislados y minoritarios en el continente. Y sus experiencias, además, han generado una alerta especial en las otras sociedades de la región”, continúa.
Foto: captura de NYT
En una región que “sigue sin resolver sus grandes problemas de desigualdad, pobreza e impunidad”, discursos como el de Fujimori, que pretende “asociar la idea del cambio político a las catástrofes y a la histeria, no parece ser lo más saludable”, elucubra el columnista.
La candidata de Fuerza Popular sostiene que la segunda vuelta estuvo plagada de irregularidades, a pesar de que sus denuncias han sido rechazadas en los órganos electorales por falta de argumentos y distintas organizaciones de supervisión electoral han confirmado la corrección de los comicios del 6 de junio.
El Gobierno peruano ya anunció que esperará la decisión final del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) sobre el resultado de la segunda vuelta presidencial, antes de responder al pedido de auditoría internacional hecho por Fujimori.
En medio de ese panorama, “más que satanizar la alternancia política y los procesos electorales, es necesario fortalecer la institucionalidad en América Latina. Solo así se pueden dirimir las diferencias con votos y no con balas”, remarca el texto de NYT finalmente.
Actualmente, el JNE está deliberando las apelaciones presentadas por el partido de Fujimori contra las actas de votación cuestionadas por la candidata derechista, pero que hasta el momento han sido rechazadas en su totalidad.
Una vez que el órgano electoral concluya con las deliberaciones, podrá proclamar al ganador de las elecciones, que según el cómputo final de votos es el candidato de Perú Libre, Pedro Castillo.
Con información de EFE.