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Satélite ruso captó al cohete chino fuera de control antes de que cayera al mar

La imagen, compartida por el jefe de la agencia espacial rusa, fue tomada cuando el satélite Aist-2D se encontraba a 1.281 kilómetros de distancia del cohete chino.

El satélite ruso Aist-2D registró una fotografía del cohete chino Larga Marcha-5B Y2, cuyos restos se desintegraron este domingo 9 de mayo al colisionar con la atmósfera y cayeron en el océano Índico sin mayores efectos. El jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin, difundió la imagen a través de su cuenta en Twitter y afirmó que “la velocidad mutua es muy grande”.

“En el esquema se ve que los objetos, incluido nuestro satélite que giró hacia la etapa [del cohete], vuelan casi perpendicularmente uno junto al otro”, escribió el alto funcionario y detalló que la imagen se tomó cuando el satélite Aist-2D se encontraba a una distancia de 1.281 kilómetros del Larga Marcha-5B Y2.

En la víspera, Rogozin había indicado que el aparato fuera de control caería al océano Pacífico o en algún lugar al este de Nueva Zelanda. “El intervalo de la entrada prevista a la atmósfera (cese de la existencia) para hoy: desde las 02:34 del 9 de mayo (23:34 GMT del 8 de mayo) hasta las 08:28 (05:28 GMT) del 9 de mayo”, tuiteó entonces.

Sin embargo, el gran segmento del cohete chino que regresó a la atmósfera se desintegró sobre el océano Índico, según la agencia espacial china, que puso fin a una serie de especulaciones sobre dónde caería el objeto de 18 toneladas.

Foto: captura de Twitter

Foto: captura de Twitter

Las autoridades chinas habían afirmado que la vuelta fuera de control del Larga Marcha 5B, que puso en órbita el primer módulo de su estación espacial el 29 de abril, presentaba poco peligro. Space-Track, la red de vigilancia espacial de Estados Unidos, también confirmó la entrada en la atmósfera.

La caída del segmento corresponde a las previsiones de algunos expertos que decían que había muchas probabilidades de que cayera en el mar porque el planeta está formado por un 70% de agua. Pese a ello, la vuelta descontrolada de este objeto preocupación sobre posibles daños y víctimas, a pesar de la escasa probabilidad.

Algunos científicos estadounidenses han criticado que el programa especial chino permitiera el reingreso incontrolado de un cohete tan grande. Incluso, el administrador de la NASA Bill Nelson reprendió al país asiático por “no estar cumpliendo con los estándares de responsabilidad respecto a sus desechos espaciales”.

Las críticas vienen dado que esta familia de cohetes carece de un sistema de propulsión adicional que les permita regresar a una zona concreta de la Tierra, lo que ya provocó en el año 2000 que uno de ellos cayera en el océano Atlántico y sobre Costa de Marfil.

Con información de EFE y AFP.