Los dos únicos objetos que la reina Isabel llevó al funeral de su esposo
En el último adiós al duque de Edimburgo, la monarca dejó un mensaje personal escrito a mano, que fue colocado junto a una corona de flores seleccionadas por ella.
El sábado 17 de abril, la reina Isabel II dio el último adiós al hombre con quien estuvo casada 73 años, su “fuerza y apoyo”, el príncipe Felipe, en un sobrio funeral de cariz militar con mascarillas y pocos invitados debido a la pandemia.
Las exequias de la realeza británica suelen ser de gran envergadura, planificadas durante años y concurridas por monarcas y mandatarios de todo el mundo.
Sin embargo, las restricciones impuestas por el coronavirus obligaron a modificar los planes para el entierro de Felipe, que falleció el 9 de abril, dos meses antes de cumplir 100 años. La ceremonia se limitó a 30 invitados íntimos con mascarillas y distancias de seguridad.
Foto: AFP
El acto comenzó con un minuto de silencio antes del oficio religioso en San Jorge, la capilla gótica del siglo XV situada en el casi milenario castillo de Windsor, unos 50 km al oeste de Londres.
La reina guardó en su bolso el característico pañuelo de bolsillo del príncipe Felipe y una vieja fotografía conjunta durante la ceremonia fúnebre por el duque de Edimburgo el 17 de abril, según citan medios británicos basados en fuentes familiarizadas.
Según se señala, la foto fue tomada en Malta, donde vivieron recién casados entre 1949 y 1951, cuando Felipe servía como oficial de la Marina con el HMS Magpie.
Más tarde, la reina describió esa época como una de las mejores de su vida, ya que fue el único periodo en el que pudo vivir “normalmente”. La pareja volvió a menudo, incluso para celebrar su 60 aniversario de boda en 2007.
Foto: AFP
Durante el funeral en el castillo de Windsor, la monarca dejó un mensaje personal escrito a mano para Felipe, colocado junto a una corona de lirios blancos, rosas pequeñas y fresias blancas elegidas por ella.
En las fotos se ve solo una parte de la nota, que parece estar escrita en una tarjeta oficial del palacio de Buckingham y firmada con el apodo de la infancia de Isabel, Lillibet. Sin embargo, el Palacio no ha revelado el contenido del texto.
La reina completó el traje de luto con el broche de diamantes Richmond, un regalo de la ciudad homónima por la boda de su abuela, la reina María, con el rey Jorge V.