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Chile amaneció con fronteras cerradas y nuevo toque de queda

El presidente del vecino país, Sebastián Piñera, aseguró que Chile ha sido golpeada por la segunda ola de la COVID-19, la cual provocó la ocupación de camas UCI al 95%.

El aeropuerto Arturo Merino Benítez de la capital estará cerrado, durante un mes, para turistas, extranjeros residentes y chilenos. Foto: AFP
El aeropuerto Arturo Merino Benítez de la capital estará cerrado, durante un mes, para turistas, extranjeros residentes y chilenos. Foto: AFP

Fronteras cerradas, el aeropuerto desierto y un nuevo horario de toque de queda más restrictivo: Chile amaneció este lunes con nuevas restricciones que se suman a las cuarentenas masivas que buscan frenar la segunda ola de la pandemia de la COVID-19.

Imágenes del aeropuerto abarrotado, con largas filas para poder ingresar al país se registraron el último domingo, día en el que permanecía abierto el aeródromo Arturo Merino Benítez de la capital, que desde este lunes estará cerrado durante un mes para turistas, extranjeros residentes y chilenos.

El país ya había blindado las fronteras entre marzo y noviembre de 2020, y ahora vuelve a cerrarlas ante el agravamiento de la crisis sanitaria, que ha elevado la tasa de ocupación de camas de cuidados intensivos al 95%, su nivel más alto hasta la fecha.

“El mundo entero está viviendo este grave rebrote del coronavirus. En Chile, hemos sido duramente golpeados por esta reembestida que tiene a nuestro sistema de salud al límite”, reconoció, durante un acto oficial, el presidente Sebastián Piñera.

Desde hace unos días, Chile ya aplicaba duras restricciones para los viajeros, que tenían que llegar con un PCR negativo y pasar 10 días confinados, cinco de ellos en un hotel especial costeado por su bolsillo.

También comenzó a regir, desde este lunes, el adelanto del toque de queda a las 9.00 p. m. debido al gran incremento de casos nuevos y del índice de positividad, en parte alentado por la llegada de variantes del extranjero, como la británica o la brasileña.