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Argentina libra nueva batalla parlamentaria por la legalización del aborto

De aprobarse la norma, el país sudamericano se sumará a Cuba, Uruguay, Guyana y Ciudad de México como las naciones que lo permiten en América Latina.

Aborto legal en Argentina
Aborto legal en Argentina

El debate de una ley para la legalización del aborto en Argentina comenzó este jueves en la Cámara de Diputados, en un nuevo intento dos años después del fracaso de una iniciativa similar.

La sesión parlamentaria, que se extenderá hasta el viernes, fue instalada con la presencia de 105 diputados, más otros 45 que se conectaron de forma remota, indicó el presidente de la Cámara, Sergio Massa.

Para que la norma sea aprobada se necesita una mayoría de 129 votos sobre el total de 257 diputados. Los que impulsan la ley piensan que pueden alcanzar esa cifra, aunque aún hay media decena de votos inciertos.

El debate sobre la legalización del aborto dominó la agenda política argentina en 2018, cuando por primera vez fue abordado en el Congreso, y su discusión se trasladó a todos los ámbitos de la sociedad, con masivas manifestaciones en las que destacaron las mujeres más jóvenes en este país de mayoría católica y de donde es originario el papa Francisco.

Pero aunque la norma consiguió entonces la aprobación de la Cámara de Diputados con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención, fue rechazada luego en el Senado, con 38 votos en contra, 31 a favor y dos abstenciones.

Ambas cámaras se renovaron parcialmente en las elecciones legislativas de medio término de 2019.

Ahora la iniciativa sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) hasta la semana 14 de gestación la promueve el presidente de centroizquierda Alberto Fernández, con el argumento de “garantizar que todas las mujeres accedan al derecho a la salud integral”.

La diputada Ana Carolina Gaillard, del oficialista Frente de Todos, enfatizó que “el debate no es sobre aborto sí o aborto no, sino sobre aborto seguro o aborto inseguro”, al evocar las muertes que se derivan de las interrupciones clandestinas del embarazo, unas 3.000 desde 1983, según el presidente Fernández.

Del lado de los contrarios, el diputado Martín Maquieyra, del partido derechista Pro, pidió “escoger el camino difícil: el de la educación sexual y los anticonceptivos”. “Necesitamos un Estado que acompañe y no descarte. ¿Qué país sería Argentina si seleccionamos quién nace?”, resaltó.

Analistas de salud calculan entre 370.000 y 520.000 los abortos clandestinos anuales en Argentina, con 39.000 internaciones cada año, según estadísticas del gobierno.

Verdes contra celestes

A las afueras del Congreso aguardan las militantes a favor del aborto legal, identificadas con el pañuelo verde, y también las que lo rechazan, que visten el color celeste.

“¡Aborto legal ya, gratuito y en el hospital!”, es el llamamiento de las que están a favor, quienes se concentran frente al Palacio de Congreso.

“Es una cuestión de salud pública, de justicia social y de derechos humanos”, dijo a la AFP Valeria Bonetto, una médica de 48 años que acompaña la vigilia.

Las mujeres que están en contra, separadas por una valla, acudirán al final de la tarde en una caravana y bajo las consignas “¡Salvemos las dos vidas!” y “Marcha por el niño por nacer”.

En Argentina, el aborto solo se permite en caso de violación o peligro de vida para la mujer, legislación vigente desde 1921.

Si se aprueba el aborto legal el país sudamericano se sumará a Cuba, Uruguay, Guyana y Ciudad de México, como lugares que lo permiten en América Latina.

Acompañamiento por mil días

El oficialismo ha desplegado gestos políticos tendientes a asegurarse el voto de indecisos o de contrarios a la norma. El principal paso fue enviar otro proyecto de ley, el Plan de los 1.000 días, destinado a apoyar económicamente a mujeres de sectores vulnerables que deseen llevar adelante un embarazo.

Se trata de “fortalecer la atención integral durante el embarazo y de los hijos en los primeros años de vida”, según Fernández.

A la vez, el proyecto para la legalización del aborto prevé la objeción de conciencia individual y también la de un establecimiento de salud en caso de que todos sus médicos hagan objeción. Pero habrá obligación de derivar a la paciente para su atención en otro centro hospitalario.

Otro recurso para sumar votos será disponer de un “acompañante o referente afectivo” para las adolescentes de 13 a 16 años que opten por un aborto.

Si el proyecto se aprueba en la Cámara Baja, el bloque peronista del Senado intentará debatirlo y votarlo antes de fin de año.

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