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2 de cada 5 escuelas del mundo carecían de instalaciones para lavar manos antes de la pandemia

"Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, el cierre mundial de las escuelas ha planteado desafíos sin precedentes para la educación y el bienestar de los niños", afirmó la directora ejecutiva de Unicef.

OMS y Unicef advirtieron sobre las consecuencias en los niños. Foto: EFE
OMS y Unicef advirtieron sobre las consecuencias en los niños. Foto: EFE

Autores: Unicef y OMS

NUEVA YORK/GINEBRA, 13 de agosto de 2020 – Mientras las escuelas de todo el mundo encuentran dificultades para volver a abrir sus puertas, los últimos datos del Programa Conjunto de Monitoreo de OMS/Unicef revelan que un 43 % de ellas carecían de acceso al lavado de manos básico con agua y jabón en 2019, un requisito indispensable para que puedan funcionar en condiciones de seguridad en mitad de la pandemia de COVID-19.

Desde que comenzó la pandemia, el cierre mundial de los centros educativos ha planteado desafíos sin precedentes para la educación y el bienestar de los niños”, afirmó Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de Unicef. “Debemos priorizar la educación de los niños. Para ello, es necesario garantizar que las escuelas estén en condiciones de reabrir de forma segura y que dispongan de acceso a la higiene de las manos, agua potable limpia y un saneamiento adecuado”.

Según el informe, cerca de 818 millones de niños no disponen de instalaciones básicas para lavarse las manos en sus escuelas, lo cual aumenta el riesgo de que contraigan la COVID-19 y otras enfermedades contagiosas. Más de una tercera parte de ellos (295 millones) proceden de África Subsahariana. En los países menos desarrollados, siete de cada 10 colegios carecen de instalaciones básicas para el lavado de manos, mientras que la mitad no dispone de servicios básicos de agua y saneamiento.

En el informe se hace hincapié en que los gobiernos que quieran controlar la transmisión de la COVID-19 deberán tener presentes las repercusiones sociales y económicas asociadas a los aislamientos a la hora de aplicar medidas de salud pública. Según apunta, las pruebas que demuestran los efectos negativos del cierre prolongado de las escuelas sobre la seguridad, el bienestar y la educación de los niños están bien documentadas.

“El acceso a los servicios de agua, saneamiento e higiene es esencial para prevenir y controlar eficazmente la infección en todos los escenarios, incluidas las escuelas”, aseguró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. “Esta debe ser la prioridad de los gobiernos a la hora de diseñar sus estrategias para que vuelvan a abrir y funcionen en condiciones de seguridad durante la pandemia mundial de COVID-19”.

Además, del informe se desprenden otras conclusiones importantes:

Del total de 818 millones de niños que no disponían de servicios básicos para lavarse las manos en la escuela, 355 millones iban a escuelas en las que había instalaciones con agua, pero no jabón, y 462 millones iban a escuelas en las que no había ni instalaciones ni agua para lavarse las manos.

En los 60 países con mayor riesgo de sufrir crisis humanitarias y de salud debido a la COVID-19, tres de cada cuatro niños no tenían servicios básicos para lavarse las manos en su escuela al comienzo del brote; la mitad de todos los niños carecían de servicios básicos de agua; y más de la mitad no disponían de servicios básicos de saneamiento.

En una de cada tres escuelas de todo el mundo el servicio de agua potable era limitado o inexistente.

698 millones de niños carecían de servicios básicos de saneamiento en su escuela.

Por otro lado, en el informe se identifican distintos recursos que son necesarios para la prevención y el control de la COVID-19 en los centros de educación básica, entre ellos 10 medidas inmediatas y listas de verificación de seguridad. Estas medidas se basan en las directrices para reabrir las escuelas en condiciones de seguridad publicadas por la Unesco, Unicef, el PMA y el Banco Mundial, que ofrecen consejos prácticos dirigidos a las autoridades nacionales y locales acerca de cómo prepararse para reabrirlas de forma segura y proteger a los niños en su regreso a las aulas. En dichas reglas se pueden encontrar distintos protocolos relativos a WASH acerca de las medidas de higiene, el uso de equipos de protección personal, la limpieza y la desinfección, así como para proporcionar acceso a agua limpia, estaciones para lavarse las manos con jabón y retretes adecuados.

Unicef y la OMS han asumido el compromiso de conseguir un acceso equitativo a los servicios de WASH en todo el mundo. Recientemente, los organismos han publicado una iniciativa conjunta, Higiene de las manos para todos, dirigida a dar apoyo a las comunidades más vulnerables proporcionándoles los medios necesarios para proteger su salud y su entorno. La iniciativa reúne a los asociados internacionales, los gobiernos nacionales, los sectores público y privado y la sociedad civil con el fin de garantizar la disponibilidad de productos y servicios asequibles, especialmente en las zonas desfavorecidas.