“Jeremy, el caracol zurdo”, su caparazón crecía en sentido contrario a las agujas del reloj
Investigación de científicos de la Universidad de Nottingham descubrieron que 1 de 100.000 caracoles nace con esta anomalía y no tiene factores hereditarios.
Jeremy, fue un caracol que llegó a ser famoso en el 2016. Un científico del Museo de Historia Natural de Londres, Inglaterra, lo encontró, y lo que más llamó su atención es que tenía el caparazón en sentido contrario. Mientras la mayoría de caparazones de los caracoles crece en el sentido de las aguja del reloj, este tenía una orientación contraria.
Investigadores de la Universidad de Nottingham comenzaron a realizarle una serie de análisis para conocer las causas de su anomalía. El científico Angus Davison quería resolver el misterio, para lo cual inició una campaña mundial a fin de encontrar otros caracoles con las mismas características.
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Davison hizo el llamado a través de redes sociales con el objetivo de encontrar ejemplares con caparazones iguales al de Jeremy. Con el hashtag #Snaillove (amor caracol en español) viralizaron y dieron detalles de la búsqueda.
Jeremy fue encontrado por un científico y lo que más llamó su atención es que tenía el caparazón en sentido contrario.
A las pocas semanas, su pedido tuvo éxito y encontraron algunos caracoles cuyos caparazones eran iguales a los de Jeremy. Se reprodujeron porque los científicos querían analizar si la condición del caparazón era hereditaria.
Para sorpresa de muchos, los descendientes de Jeremy tenían el caparazón como las especies comunes, es decir, crecían en sentido de las agujas del reloj. Además, se conoció que 1 de 100.000 caracoles nace con esta anomalía en su corteza.
La investigación efectuada por varios años, fue publicada este miércoles en la revista Current Biology. En la misma, explicaron que el hecho que Jeremy (y otros caracoles) tengan caparazones “zurdos”, se debe a una condición accidental, y no hereditaria, como se creía.
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“La base genética y de desarrollo de estos raros individuos con imágenes especulares (zurdos) sigue siendo misteriosa”, es una de las frases que se leen en el estudio.
“La evidencia combinada muestra que los caracoles de jardín zurdos no se producen debido a un efecto principal asociado a la genética mendeliana. En cambio, es probable que se produzcan principalmente por un accidente de desarrollo”, recalcaron.