EE.UU.: muere paciente con coronavirus porque no supieron ponerle el respirador artificial
Muchos residentes sin experiencia son empujados a trabajar en la emergencia tras el colapso del Sistema de Salud por la COVID-19 en Nueva York.
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Debido a la gran demanda de pacientes con coronavirus en Estados Unidos, los médicos terminan siendo insuficientes y se recurre a residentes sin experiencia para poder desenvolverse en una emergencia sanitaria de la magnitud de una pandemia.
La revista The Wall Street dio a conocer un trágico suceso ocurrido en un hospital de Nueva York a finales de abril, tras reportar que una paciente contagiada de COVID-19 murió debido a que un médico residente no supo conectar el respirador artificial.
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La crisis por el coronavirus ha llevado a que médicos de familia, dentistas y hasta psiquiatras se vuelquen en el cuidado de pacientes críticos, sin que estos estén lo suficientemente capacitados para atender casos complejos.
Según el medio estadounidense, los médicos inexpertos son destinados al sector de emergencias o cuidados intensivos. Como es el caso del interno que le provocó un paro cardíaco a la mujer de 60 años, tras desconocer el funcionamiento del respirador artificial.
También se quedan a cargo de pacientes mayores de 65 años, mientras que los médicos experimentados atienden a las personas más jóvenes, pues tienen más posibilidad de sobrevivir en el Montefiore Medical Center.
Médicos en crisis por el coronavirus
La desesperación embargó a 44 médicos residentes del Hospital Elmhurst de Queens, pues enviaron una carta al director ejecutivo de la Corporación de Salud y Hospitales de la localidad, el Dr. Mitchell Katz, para comunicarle que se sentían agobiados por la calidad de atención que brindaban a sus pacientes con COVID-19.
Algunos médicos residentes mencionaron que tenían pensamientos suicidas. “Como aprendices estamos horrorizados y asustados, paralizados por sentimientos de impotencia y culpa”.
Algunos médicos residentes mencionaron que tenían pensamientos suicidas.
Katz respondió a los internos que “están aprendiendo cosas sobre cómo es el tratamiento en condiciones de batalla”. Además, les confesó que “no es una lección que quisiera que aprendieran, pero lo que tomen de esta experiencia influirá para siempre en el tipo de médico que serán”, finalizó.
