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Ecuador: clínica pide 68.000 dólares a un hombre para poder sacar el cadáver de su madre

Tras pasar 40 días hospitalizada, una mujer ecuatoriana no pudo vencer la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus. Uno de los hijos de la víctima pidió respeto: “Solo quiero que me entreguen el cuerpo de mi madre”, expresó.

La pandemaia de COVID-19 sigue cobrando la vida de miles de personas en todo el mundo. Historias como la de Marianita de Jesús Flores Álvarez, paciente con coronavirus que murió en Ecuador el último domingo, le ponen nombre a las estadísticas que diariamente se incrementan.

Flores luchó contra el nuevo virus durante 40 días, pero murió en una clínica en Guayaquil el 26 de abril de 2020.

José Varas Flores, hijo de la víctima, contó a El Comercio de Ecuador, que su madre no podía respirar y se desvaneció en sus brazos, Además, presentó síntomas como tos seca y cansancio.

Ante lo que sucedía, José llevó a su madre a un centro de salud privado y pagó para su hospitalización un total de 1.000 dólares.

Sin embargo, el mismo centro de salud le informó que la deuda quedó establecida en 68.000 dólares (229.160 soles).

Varas Flores señaló que la clínica le informó que el cadáver de su madre no sería entregado hasta que los valores económicos no fueran cancelados. No obstante, el pago debe hacerlo el Instituto de Seguridad Social (IESS) porque la víctima estaba afiliada, según los familiares.

La clínica se volvió a comunicar con José y le informó que el caso está siendo evaluado, pero hasta no resolverse el tema económico no podrán ser entregados los restos de Marianita de Jesús.

“Nosotros tenemos listos para el sepelio de mi madre (...) solo quiero que me entreguen el cuerpo”, expresó el individuo.

Trascendió que la familia de la víctima interpuso una acción de protección de la Unidad Judicial de Guayas para agilizar el trámite. “En la clínica no están respetando los derechos de las personas por tomar el cuerpo de mi madre como un objeto de prenda o de garantía sin considerar los estamentos”, puntualizó.

En a familia, al menos 10 personas se contagiaron de COVID-19 luego de haber asistido a una reunión social.