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Juan Vicente Boo: “El Papa llama a no arriesgar las vidas por intereses económicos”

Juan Vicente Boo es periodista y corresponsal de ABC en la ciudad del Vaticano.

JUAN VICENTE BOO
JUAN VICENTE BOO

El papa Francisco ha sido muy enfático contra los gobiernos, pero suave y acogedor con los más vulnerables durante la pandemia. Desde su púlpito en un Vaticano sin turistas ni fieles, el eco de su mensaje se hace más fuerte en el mundo. Por ello, interpretamos sus palabras con el vaticanista Juan Vicente Boo.

¿Cuál es la cara de Roma en tiempos de coronavirus?

Roma está como nunca había estado en su historia. Hubo muchas pestes, pero esta es la primera vez que las calles están totalmente vacías por orden del gobierno (italiano). Es una de las ciudades más visitadas del mundo, siempre llena de turistas. En Semana Santa hay casi un millón de estos, pero esta vez no hubo ninguno. Lo más emblemático es ver la plaza de San Pedro absolutamente vacía. Está cerrada desde el 11 de marzo y nadie entra. Esta es para las gaviotas.

Hay una rápida adaptación de la Iglesia a la tecnología.

Dentro de su dolor por el desastre, el Papa pasó a utilizar medios digitales y autorizó que se difunda en streaming y televisión. Hemos pasado a tener iglesias domésticas en todas partes. Hay millones de casas en las que las familias siguen las ceremonias del Papa y eso ha sido un consuelo para él.

¿Qué línea tiene ahora el mensaje del Pontífice?

Desde el principio, el papa Francisco pasó a preocuparse por los más vulnerables y empezó a trabajar en dos líneas simultáneas: la primera fue que se multiplicó la actividad del limosnero, el cardenal Konrad Krajewski salió a las calles con unos voluntarios por las noches para dar de comer a personas sin techo. Al mismo tiempo, el ‘santo padre’ empezó a pedir medidas para cuando acabe la pandemia en todos los países.

¿De qué tipo?

La primera es el perdón de la deuda pública a los países más pobres y más endeudados. Está claro que la catástrofe económica será muy grande para todas las naciones, pero es mucho más dolorosa en los más pobres. Además, llamó a la fraternidad humana.

¿Qué pasa cuando un gobierno pondera la riqueza por encima de la salud pública?

El Papa ha invitado a poner en primer lugar a las personas y no arriesgar la vida de nadie por intereses económicos. Al mismo tiempo llama al sentido común para pensar en el futuro, porque hay que mantener el equilibrio correcto. Hay que estudiar el modo de ir saliendo poco a poco del aislamiento con prudencia. Porque ha sucedido en plagas anteriores, exactamente en la gran pandemia de 1918, que fue más grande que esta, que millones de personas murieron de hambre después por la desorganización del tejido de asistencia y productivo. El Papa llama a gobernantes a la responsabilidad y la solidaridad.

¿Aumentó sus reclamos hacia la desigualdad?

Sus denuncias sobre la desigualdad económica son continuas desde el principio, solo que ahora se volvió más perceptible por todos porque se ve el desastre que se estaba causando, pero el mensaje es exactamente el mismo.