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Coronavirus: el ‘confinamiento inteligente’ de Holanda que podría ser una alternativa de riesgo

La medida sugiere que el coronavirus se propague por la sociedad para generar un nivel de inmunidad propio, pero eso supondría un aumento de personas fallecidas.

La estrategia de Holanda contra el galope del coronavirus ha sido un ‘confinamiento inteligente’, pero la pandemia se ha extendido tan rápido que el país europeo no ha podido evitar la alta tasa de mortalidad, una de las más altas del mundo.

Además de ello, las autoridades holandesas también han sido acusadas de no ser solidarios con los países del sur de Europa que han sido azotados por el coronavirus.

¿Qué es un confinamiento inteligente?

Para cuidar la salud de sus ciudadanos ante el coronavirus, los holandeses han adoptado la teoría de la inmunidad grupal o de rebaño, un enfoque que es considerado de ‘frío’ y ‘calculado’ por expertos de la salud en el mundo. Con ello, el país busca amortiguar los costos sociales, económicos y psicológicos del aislamiento social.

Las escuelas, guarderías, universidades, peluquerías, centros de estética y burdeles de la zona roja están cerradas hasta el 28 de abril, al igual que bares, restaurantes y cafeterías que venden cannabis. Por otro lado, los cajeros cuentan con guantes quirúrgicos. Hasta la fecha, el país tiene 18 917 casos confirmados de contagios.

Holanda

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El Gobierno holandés ha exhortado a las personas que se queden en casa, pero pueden salir aquellos que no utilizan el ‘home office’ o quienes tengan que comprar comida, siempre manteniendo una distancia social de 1.5 metros. Según una encuesta del país, el 99 % de las personas mantienen distancia de otras, el 93 % de ellos se queda en casa todo lo posible.

Mark Rutte, primer ministro de Holanda, describió a la nación como “un país adulto”. “Lo que escucho a mi alrededor es que la gente está contenta de que los traten como adultos, no como niños”, precisó el pasado viernes 3 de abril.

¿En qué consiste la inmunidad colectiva?

Expertos holandeses han precisado que la inmunidad colectiva podría cobrarse la vida de 250 000 personas en el país. Por ello, dejar que el coronavirus se propague por la sociedad para generar un nivel de inmunidad es sinónimo de aceptar que más personas mueran. En una primera instancia, el Gobierno del país europeo aceptó la idea, pero luego la declinó. “Podemos retrasar la propagación del virus y, al mismo tiempo, aumentar la inmunidad de la población de manera controlada”, puntualizó Rutte el pasado 16 de marzo.

¿Podría funcionar?

Rijksinstituut voor Volksgezondheid en Milieu (RIVM), agencia holandesa de salud pública, ha presentado un estudio para verificar hasta dónde los anticuerpos creados cuando las personas están expuestas al coronavirus continúan siendo efectivos en la prevención de contagiarse una vez más.

“Es como crear su propia vacuna interna, al exponerse a ella y luego dejar que su cuerpo genere esos anticuerpos de forma natural, para convertirlo en una vacuna que aún no existe”, señaló a la BBC Aura Timen, profesora de la RIVM.