Una mujer asume el más alto cargo en el Vaticano
Cambios en la iglesia. Es la primera vez que una mujer asume un cargo en la dirección de la Secretaría de Estado de la Santa Sede. Francesca Di Giovanni, la nombrada, dice que “representa un signo de atención hacia las mujeres” por parte del Santo Padre.
Vatican News, BBC, AFP, EFE
La abogada italiana Francesca Di Giovanni se convirtió esta semana en la primera mujer que alcanza un alto cargo administrativo en la Secretaría de Estado del Vaticano, la oficina más importante de dicha ciudad Estado.
El papa Francisco la nombró subsecretaria del Sector Multilateral de la Sección para las Relaciones con los Estados, una noticia que resonó bastante en la prensa de Ciudad del Vaticano, donde la presencia femenina en los puestos de alto mando es muy escasa. Para los vaticanistas esta designación es una novedad, pues muy pocas mujeres tienen un alto rango en otras oficinas del Vaticano.
Francisco innovador
El Papa se había mostrado hace poco favorable a abrir más las instituciones vaticanas a las mujeres. “La mujer es donante y mediadora de paz y debe ser completamente involucrada en los procesos de toma de decisiones”, afirmó en su primera homilía del año.
“Porque cuando las mujeres pueden transmitir sus dones, el mundo se encuentra más unido y más en paz. Por lo tanto, una conquista para la mujer es una conquista para toda la humanidad”, remarcó el Santo Padre.
“Es la primera vez que una mujer tiene una tarea de dirección en la Secretaría de Estado. El Santo Padre ha tomado una decisión innovadora, ciertamente, que, más allá de mi persona, representa un signo de atención hacia las mujeres”, dijo Francesca Di Giovanni.
Súbito nombramiento
Toda vez que estos cargos son asumidos por sacerdotes, obispos o cardenales, la Dra. Di Giovanni comentó a Vatican News que el nombramiento le sorprendió mucho. “¡Sí, absolutamente! Desde hace varios años se piensa en la necesidad de un subsecretario para el sector multilateral: un sector delicado y exigente que necesita una atención especial, porque tiene modalidades propias, en parte diferentes a aquellas del ámbito bilateral. Pero que el Santo Padre me confiara este rol, sinceramente nunca lo hubiera pensado. Es un rol nuevo y trataré de hacer todo lo posible para corresponder a la confianza del Santo Padre, pero espero no hacerlo sola: me gustaría contar con la armonía que ha caracterizado a nuestro grupo de trabajo hasta ahora", explicó Di Giovanni.
Mujeres en la Iglesia
Ella también destaca la labor de sus compañeros de trabajo. "Una mujer puede tener ciertas aptitudes para encontrar puntos en común, para cuidar las relaciones dando importancia a la unidad. Espero que el hecho de ser mujer pueda reflejarse positivamente en esta tarea, aunque son dones que ciertamente también encuentro en la actitud de mis colegas varones", afirmó la subsecretaria.
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En el último suplemento "Donna, Chiesa, Mondo" (Mujer, Iglesia, Mundo) del diario vaticano Osservatore Romano se precisó que entre las 950 mujeres que trabajan en el Vaticano, aunque tienen igual salarios que los hombres, muy pocas ocupan puestos de responsabilidad y de alto nivel de gestión.
"Y como en muchas sociedades, incluso en el Vaticano las mujeres son vistas a veces, por los hombres, pero también por otras mujeres, como personas de menor valor intelectual y profesional, siempre disponibles para el servicio, siempre dóciles a los altos mandos. Por lo tanto, es urgente promover la autoestima y mejorar la presencia femenina también en el Vaticano. Para apoyar esta urgencia, las palabras del Papa", escribían Romilda Ferrauto y Adriana Masotti junto con otras nueve mujeres de la Asociación de Mujeres en el Vaticano.
Afirmaban que existe la urgencia de “romper el muro de desigualdad entre mujeres y hombres en la Iglesia” y de “desarrollar el concepto de reciprocidad para superar la subordinación, promover la corresponsabilidad y caminar juntos”.
Una gran trayectoria y experiencia en la gestión
A sus 66 años, la abogada Francesca Di Giovanni lleva casi tres décadas en la Santa Sede. Inicialmente en el sector jurídico-administrativo en el Centro Internacional de la Obra de María (Movimiento de los Focolares). Nacida en Palermo, se graduó en Derecho e hizo prácticas como notaria antes de ingresar en 1993 a la oficina que hoy dirige.
Allí trabajó durante años en áreas relacionadas con migrantes y refugiados, derecho internacional humanitario, comunicaciones, derecho internacional privado, situación de la mujer, propiedad intelectual y turismo, según informó el servicio de prensa del Vaticano.
La alta funcionaria se encargará de las relaciones de la Santa Sede con las instituciones intergubernamentales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o la Unión Europea (UE).