Sada Abe: la mujer que estranguló a su amante, le cortó los genitales y los guardó en su bolso [FOTOS]
“Lo amaba tanto que lo quería para mí sola”, le dijo a los policías que la detuvieron dentro de un hotel, con el órgano mutilado de la víctima. Su caso generó conmoción en la sociedad.
Fue uno de los asesinatos más emblemáticos de Japón. La mañana del 18 de mayo de 1936 Sada Abe estranguló deliberadamente a su amante, el restaurador casado Kichizō Ishida, luego de haber permanecido cuatro días juntos dentro de una habitación de hotel.
Tras el crimen, la mujer le cortó el pene y los testículos a la víctima, luego los envolvió en un papel de revista y los guardó dentro de su bolso.
Antes de huir de la escena, la mujer dejó un mensaje escrito con cuchillo en la pierna del cadáver.
Según información recopilada por el portal de The Mirror, la pareja había tenido una relación extramatrimonial desde hace dos meses antes del asesinato.
A ambos les gustaba asfixiarse eróticamente como parte de su vida sexual.
La mañana de 18 de mayo, Sada Abe estranguló a Kichizō Ishida, le mutiló los genitales y le dejó grabado un mensaje escrito con sangre que decía “Sada, Kichi juntos”.
“Lo amaba tanto que lo quería para mí sola. Pero como no éramos marido y mujer, mientras él viviera podría ser abrazado por otras mujeres. Sabía que si lo mataba, ninguna otra mujer volvería a tocarlo, así que lo maté”, le dijo la Sada a la Policía de Japón durante un interrogatorio.
El caso de Sada Aba fue uno de los más impactantes en Japón. Foto: The Asahi Shimbun a través de Getty Images
Agentes de la policía de Japón relataron que Sada Abe intentó suicidarse tras abandonar la escena del crimen, por lo que se hospedó en otro hotel.
Además, quiso tener relaciones sexuales con el miembro Kichizō Ishida, pero no lo logró.
Las autoridades que la habían estado siguiendo lograron capturarla y la pusieron a disponibilidad de las autoridades.
El caso de Sada Aba fue uno de los más impactantes en Japón. Foto: The Asahi Shimbun a través de Getty Images
Sada Abe nació en Tokio en 1905, era la séptima de un matrimonio de ocho hijos.
Su educación fue privilegiada, pero después de ser violada a la edad de 14 años, perdió el control, menciona la publicación de The Mirror. Eso motivó a sus padres a venderla a una ‘casa de geishas’.
La entonces joven había mostrado mucho interés por ser una famosa geisha de Japón. Sin embargo, por haber sido entrenada muy tarde, no lo logró. Fue una de baja categoría que tuvo relaciones sexuales por dinero con otras personas.
Luego se convirtió en una prostituta con licencia hasta que lo dejó tiempo después para ir a trabajar en un lujoso restaurante.
Allí conoció a Kichizō Ishida, que era el amigo de su jefe. Desde entonces tuvieron una relación sentimental extramatrimonial hasta el día en que lo asesinó.
Para ella fue como “quitarse un peso de encima”, según los medios de Japón, que tiempo después la buscaron para diferentes producciones audiovisuales.
La Justicia de Japón la condenó a 7 años de prisión, pero ella solo cumplió 6 y salió en libertad. Después escribió un libro para contar los pormenores del asesinato. Se dice que murió anciana dentro de un convento.